“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”

(ALDO PELLEGRINI)

miércoles, 11 de octubre de 2017

Reflexión sobre el aprendizaje























El aprendizaje por imitación fue expuesto sistemáticamente por primera vez en los escritos de Aristóteles sobre mímesis. El objetivo de la imitación es la areté, que se puede traducir como “excelencia en la acción”. La disciplina de la imitación es la paideia. Ni el objetivo ni la ejecución son fáciles. El deseo de excelencia supone reconocimiento de la propia insuficiencia: la finalidad no es alcanzar desordenadamente el objetivo. Es imprescindible la claridad, al menos para Aristóteles: las acciones que se enseñen por imitación, los mensajes que envíe el mentor, no pueden ser oscuros ni contradictorios. Las reglas mandan.

Sin embargo, otra escuela griega de pensamiento suponía que el aprendizaje por imitación sólo podía tener lugar a través de un proceso más indirecto. El Sócrates de Platón era cauteloso a la hora de dictar reglas; más bien formulaba preguntas. En parte, la razón por la que Sócrates es indirecto tiene que ver con la visión platónica de qué es realmente lo que significa comprender algo; el saber tiene que tomar forma en el sujeto cognoscente mismo como algo que le pertenece, que era la versión platónica del conocimiento artesanal. Pero otra  parte del estilo no directivo de Sócrates deriva en un desafío a la sociedad (…)


El respeto

Richard Sennett

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