“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”

(ALDO PELLEGRINI)

lunes, 31 de octubre de 2016

Citas




 














"Al contrario de lo que nos enseñan en la escuela, siempre he pensado que la palabra "poeta" es un adjetivo. Un adjetivo que no tiene nada que ver con el término "poético". Cuando se dice "es poeta" se describe una cualidad que incluye, entre otras cosas, el valor y la sinceridad. Por eso no me parece apropiado autocalificarse "poeta". Decir "soy poeta" equivale un poco a decir "soy inolvidable" o "soy sincero". Mejor dejar que juzguen los otros. El lector y sólo el lector puede confirmar si un poema es un poema y un poeta, poeta. Esta convicción, o más bien obsesión, me impidió publicar o incluso pensar en publicar, un libro de poemas, pues obviamente con ello me estaría autoproclamando poeta".
                                                              

                                                           (De ‘Páginas de la herida’) John Berger

                                                                             
                                                                             Momento azul, Alberto Greco

domingo, 30 de octubre de 2016

Recital poético-musical La Adrada 2016-17





Contar una historia es fácil.
Las cuentan a los conductores de autobuses
las mujeres que se pintan de más
quizá por aburrimiento.
Las cuentan los camareros
arrancadas a los segundos
que tarda el café en salir a borbotones.
Los niños a la puerta del colegio.
Los periodistas mediocres
para rellenar las hojas y las tardes.
En las consultas se cuentan historias
de puntos abiertos y esguinces mal curados.
Los curas las cuentan los domingos
y las peluqueras a diario
y los vendedores de enciclopedias
si se les abre la puerta.
Pero a mí tanta historia me cansa.
Tanto fue, y vino, y se casó, y ha muerto.
Todos hemos ido y hemos vuelto
nos hemos casado y moriremos.

A mí de las historias sólo me interesa
ver sus espaldas cargadas
cuando se dan la vuelta.
Si tienen el pantalón caído
y les asoma el culo.
Si cuando nadie las mira
ellas miran a los ojos de los perros.
Sólo me interesa la historia
que se agacha y recoge del suelo
una colilla de cigarro y se la guarda.

La historia que encuentra un banco
y se sienta y sin que nadie la mire
llora la muerte de las moralejas.


Ana Pérez Cañamares 
 de La alambrada de mi boca, Editorial Baile del Sol. 

sábado, 29 de octubre de 2016

ESBOZO DE POEMA












Obra de Christian Schloe






El poema debería empezar con un fragmento de Walter Benjamin

que se me había prendido al cuerpo como un alfiler:



Cada uno de los instantes vividos se convierte en una cita…



Como hemos creado una existencia pendular
el poema se ha evaporado como la nieve tras el aguacero

y me hallo poco después en la cafetería de un centro comercial.



En el televisor, sin volumen, pero con subtítulos de color amarillo:

                        Gran Hermano 17.

           

Resumo la escena:

Unos jóvenes rodean a otro que está desconsoladamente llorando por la expulsión de uno de los concursantes.



Y de repente leo en los subtítulos las palabras del concursante afligido

a sus compañeros de duelo:



~  Dejadme, que me he puesto a llorar y la sensibilidad no me mola…



La frase es como una flecha directa a mi corazón.



Porque trabajo mi sensibilidad escribo en mi libreta la estúpida cita con la anotación:


Frase  que resume la actual obscenidad de mi país…

           

Y porque a mí sí me mola la sensibilidad añado:



Tu tacto es mi lecho,

me salva de la oscuridad,

es la cosecha que me alimenta todo el invierno.






Daniel Noya

De: Algo sucede en su mirada



viernes, 28 de octubre de 2016

Dyskolo



Al leer un libro de poesía debemos sentir lo que ya dijo la poeta de Amherst –el Gigante no tolera al Mosquito– que tu cuerpo se hiela hasta el punto que no hay fuego que pueda calentarlo. Eso es lo que he sentido al leer “El arsénico diario” y espero que este arsénico os envenene como a mí de vida. 

(Daniel Noya)




















jueves, 27 de octubre de 2016

Estrellas fugaces





La poesía florece en tres ramas: nostalgia comunicante del pasado o de las huellas que deja el presente, generalmente relato de una memoria amorosa; descripción infiel de lo exterior o ajeno que anota una mirada curiosa; e, indagación metafóricamente policiaca de un secreto o de un abismo irresoluble. A esta última es a la que yo llamo estrellas fugaces.

                                                            Daniel Noya
                        
                                           De “Algo sucede en su mirada”

miércoles, 26 de octubre de 2016

EL CORAZÓN ES UN NARRADOR SOLITARIO





“ y esperó tranquilamente el sol de la mañana”  (Carson McCullers)



-¿Ha recibido alguno de vosotros una señal de los cielos?
-preguntó el abuelo-.

 El dolor era visible y parecía que traspasase las paredes. 

-La verdad es que no es mi deseo discutir
pero parece una pregunta un tanto estúpida,
dijo la abuela…

Todos nos quedamos de repente mudos.
Se podían escuchar incluso los latidos de nuestros corazones estériles.

-¿Una señal de los cielos?
 Yo una vez vi en el cielo un pálido reflejo verdoso que parecía
un pensamiento que naciese desde la misma brisa del  mar.

Se me hizo un nudo en la garganta al pronunciar estas palabras.

-Chúpate ésa…
 ¿Qué os parece el poeta?

Y todos se echaron a reír.

 El sol de la mañana brillaba con fuerza
y estábamos jodidamente preocupados.

Hasta que la plácida expresión de su cara se esfumó
y comenzó a brotar de sus ojos un interminable llanto.

De sus labios salían ahora solo palabras solitarias
como oscuridad y vacío.

- No necesito dormir mucho  pero hoy voy a echarme un rato.
Necesito quitarme de la cabeza este mal presagio.

La sangre entra al corazón.
La sangre sale del corazón.
Y una vez ya no vuelve jamás.
Eso es todo.

Murió al día siguiente.

Comprendí cuál era la señal que había recibido del cielo.

Y desde entonces
me acompaña su recuerdo cuando miro hacia arriba
y veo estrellas
que parecen describir pálidos reflejos verdosos
y círculos y más círculos
que parecen componer una sinfonía para una orquesta entera.

                                          Daniel Noya
                                                  De: La sabiduría de las uvas

martes, 25 de octubre de 2016

Citas



En una de las que serían sus últimas noches de libertad, Frederich Nietzsche sale de su alojamiento en el número 20 de la calle de Milano. Es Enero en Turín, y hace frío. Aprieta el nudo de la bufanda en torno al cuello de su abrigo. Va a cruzar la calle cuando, ante él, un caballo se desploma. El cochero, impaciente, lacera a latigazos el lomo del animal, que no puede tirar de la carga. El filósofo corre hacia él, se abraza a su cuello y, llorando, le pide perdón en nombre de la humanidad.

La Historia considera este episodio como uno de los síntomas de su locura.

Chantal Maillard. La herida en la lengua


lunes, 24 de octubre de 2016

Sin título(2)




            Como si se agotasen las encías o te zarandease
            una borrasca
            como si naciese un desgarro de dentro del corazón
            y la poesía fuese una musa extranjera
            y no hubiese música en la medianoche
            como si los ojos no atendiesen la mirada de los vendavales
            y estuviese herido
            de tu ausencia
            buscando en las fotografías
            el rastro
  de la luz
  o de las sombras de entonces
            como si mis manos sólo arañasen las entradas
            de todas las fantasías y en todas las cavidades
            apareciese de repente tu rostro
            como si grabase tu nombre en el asfalto
            y fuese un antídoto contra la monotonía
            con la que piso la calle
            como si tu ausencia me hubiese hecho encerrarme en mi cuerpo
            y no pudiera respirar
            asfixiándome
            asfixiándome
            en la noche…




      Daniel Noya
                                  
De “Algo sucede en su mirada”

                                              

domingo, 23 de octubre de 2016

Recital poético-musical La Adrada 2016-17



POBRES CAPITALISTAS

Porqué celebráis la derrota de los que intentan cambiar las cosas,
porqué os apuntáis el tanto mientras saboreáis vuestro yoyadije,
qué clase de dignidad hay en vuestra fiesta del conformismo,
qué vergüenza os queda después de los vítores de la humillación,
tan tristes sois que os corréis del gusto cuando gana el no se puede,
tan necios que os alimentáis de matar los sueños de otros
para igualarnos a todos en vuestra nada
para ver cómo agachamos la cabeza
para demostrar qué exactamente
salís en miedos
y mierdas
enarbolando la bandera de la resignación
con vuestras trompetas sin utopía
riéndoos de quien intenta la música
del futuro,
qué pena da vuestra alegría
de verdad
qué pena da vuestra alegría

y qué pena dais vosotros, joder.




Escandar Algeet


sábado, 22 de octubre de 2016

Recital poético-musical La Adrada (2016-17)



No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad.
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.




Cristina Peri Rossi en Diáspora (Lumen, 2001).


Recital poético-musical La Adrada (2016-17)



No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad.
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.




Cristina Peri Rossi en Diáspora (Lumen, 2001).