“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”

(ALDO PELLEGRINI)

sábado, 31 de diciembre de 2016

Un poema de Órdenes del corazón

















“hay un orden del corazón que la razón no conoce todavía”
(María Zambrano)

A veces sueño
con escribir un poema
                            que ponga en cintura a la retórica
y que niegue metafóricamente el axioma
que afirma
                   que dos líneas rectas no pueden cerrar un espacio

                                                        

                                                                                                        Daniel Noya

                                                                    De: Órdenes del corazón

jueves, 29 de diciembre de 2016

Recital poético-musical La Adrada 2016-17






ASÍ FUE

La vida hizo sus cuentas.
Desde entonces
el secreto que más he perseguido
es tu respiración.

Dos y dos son los labios en los labios,
la suma de los cuerpos y la queja.

Amada claridad.
Aunque perdí el sentido,
yo no podía equivocarme.

La vida hizo sus cuentas con los dedos

y la piel un paisaje de multiplicaciones
al hundirse en la piel.

                        De Vista cansada (2008)


Luis García Montero




miércoles, 28 de diciembre de 2016

Un poema y una cita de Clarice Lispector





















Mi alma tiene el peso de la luz.
Tiene el peso de la música. 
Tiene el peso de la palabra nunca dicha, a punto, quizá, de ser dicha.
Tiene el peso del recuerdo. 
Tiene el peso de una añoranza.
Tiene el peso de una mirada. Pero como una ausencia. 
Y la lágrima que no se ha llorado.
Tiene el inmaterial peso de una soledad en medio de los otros.

 

Escribir es usar la palabra como carnada, para pescar lo que no es palabra. Cuando esa no-palabra, la entrelínea, muerde la carnada, algo se escribió. Una vez que se pescó la entrelínea, con alivio se puede echar afuera la palabra. 
 
(Clarice Lispector)

martes, 27 de diciembre de 2016

Poema 15: Pablo Neruda



                                  

  Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
              
                             Pablo Neruda

                                             

lunes, 26 de diciembre de 2016

El despertar. Alejandra Pizarnik




                                       

EL DESPERTAR 

a León Ostrov


Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo 

(Alejandra Pizarnik)



domingo, 25 de diciembre de 2016

Un poema de Órdenes del corazón (Ed. Dyskolo)















                                             





Qué canción sonará
                            cuando despiertes a mi lado.
        
Qué palabra sanará
                            mi vértigo.
        
La luz abrirá
                            la cancela de los sueños
                            y brillará
                            el amor en las huellas borradas
                            y rodará
                            por las sienes de mis deseos.
        
Qué vértigo aparecerá
                            en los poemas azules.
        
Cuándo será
                            la noche en la que se enreden mis brazos
                                                         en tu cuerpo.            




                                                                             Daniel Noya
  
                                           De: Órdenes del corazón



sábado, 24 de diciembre de 2016

Dos blogs de poesía


















si estuvieras acá cerca de mi mano
noviembre sería otra cosa
no tendría que googlear despegar.com
para escapar del desamparo
y creer mágicamente
que hay algo de salvación en irme

esgrimiría una esperanza
un punto de encuentro

si existieras a mi lado
a la hora de los fuegos y los rezos
para gastar las ganas
me fumaría la yerba de tus pestañas

nosotros no dejamos nada sin arder
a vida o muerte es el amor
entre dos pirómanos

igual te sigo amando
de la única manera que sé

desesperadamente


Malena Ezcurra

Su blog: spleen maleniano





















POLVO DE ESTRELLAS

A él se lo escuché:
al científico, al escritor:
a John Gibbin:

Básicamente, dijo,
somos polvo de estrellas.

Convendría no olvidarlo.
Tenerlo siempre presente.

Polvo.

No estrellas.



David González.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Recital poético-musical La Adrada 2016-17

















Lo que lleva un poeta en la mochila

Lleva yogur para el camaleón
Las tijeras del equinoccio con que sí
Las tijeras del equinoccio con que no
Piedrecillas para el cementerio judío de la piedad
El bulbo del razonamiento
La Historia del Movimiento Obrero de las Hormigas
Una taza para el agua
La llave que abre el sueño de las muchachas dormidas
Los zapatos de Josephine Baker y la herradura de los ladrones
Lleva un puñado de tierra para la almohada
Y es la almohada
Un silbato para encender el brasero
Ruido de nueces para el instante de las semejanzas
Una aldea donde es feliz el calor
El pasadizo de estrellas hacia el rey del otoño
Un tintero para el himno de la desobediencia
Pan para el pan, eso lleva
Lleva la prosperidad de las repeticiones.
                                

                                                        La casa roja (2008)


Juan Carlos Mestre



miércoles, 21 de diciembre de 2016

Dos poemas de Miguel Suárez





                                             Jardines de Luxemburgo

                                    Ella es el pensamiento, sus patines
                                    
                                   en lo bulevares, mis barquitos de chopo.
                                   
                                    Así hace girar dos mundos.
                                   
                                     Los cita en cada párpado. La sombra
                                    
                                    que embellece, un silencioso sol.
                                    
                                    Ella es el pensamiento. Infierno y
                                    
                                    paraíso tienen árboles. Ella los baña.
                                           



 


                                            
                                           Miguel Suárez

martes, 20 de diciembre de 2016

Odio: José Emilio Pacheco





















“Odio”

Para ser Dios a la palabra Odio le falta una letra y le sobra otra.
No obstante, ejerce la potestad absoluta sobre nosotros. Hay declaraciones contra todo excepto contra el odio. En los edificios, vemos letreros: No entre, no pase, no se detenga, no pregunte, no hable. Jamás he visto ninguna que ordene: No odie.
El odio como el aire lo llena todo. Su expansión satura de rabia al mundo. Inventamos artefactos que le dan rienda suelta y lo multiplican en infinitas series de venganzas.
O-d-i-o. La d son las fauces que devoran el planeta. La i, la espada y la flecha que los aniquilan. La primera o es un cero a la izquierda: la inutilidad de querer derrotarlo. La segunda o es otro cero y esta vez simboliza la mutua aniquilación a la que el odio nos condena.

José Emilio Pacheco

       De: “La edad de las tinieblas. Cincuenta poemas en prosa”



lunes, 19 de diciembre de 2016

Dos aforismos y un poema de Lêdo Ivo




  • Valéry decía que los dioses regalan el primer verso y es responsabilidad del poeta escribir los restantes. Yo prefiero que los dioses me regalen el tercer verso, y ocuparme yo mismo de los dos primeros.
  • Una de las características fundamentales de la llamada cultura de masas (en las radios, televisiones, cines, periódicos y revistas) es que se empeña en hacer que el pueblo se ría. La risa es el nuevo opio del pueblo.
                                                                                                          ( Confesiones de un poeta)






El dinero de los poetas

El dinero de los poetas descansa en los supermercados.
Los sueños de los poetas están guardados en los bancos.
En el desperdicio del mundo el poema de amor se inclina al suelo
como la paloma que, en la plaza al atardecer, busca el grano de maíz tirado por la turista
antes que la noche la devuelva al secreto de su cornisa.

Quiero esconderme en ti, oh casa, pero ninguna llave abre mi puerta.
En la playa lacerada por los caracoles ningún viento rasga mi estandarte.
Donde estoy, el sol no hiere el dorso de un lagarto
ni el agua de las lajas lava la muerte.

Bajo la escalera de mármol y deposito en la caja fuerte la joya brillante de mi pesadilla.
Para mí sólo guardaré la moneda humillada por el orín
que el tiempo condenó a no ser pan.

Lêdo Ivo






 


        



domingo, 18 de diciembre de 2016

Mi último poema


                                 

Escribo mi último poema.



Escribo al borde del precipicio

palabras desconocidas que conservan el perfume

de otras luces más ardientes.



Te encontraré

-ya sé que es locura-

entre las cenizas.



Sí,

te buscaré

entre las negras tinieblas,

entre los desolados páramos de la nada

y buscaré tus muslos,

tus axilas,

las sombras de tus pezones

y tus huérfanos labios

para decirte

-si es posible allá decir-

que no pudo ser ciego olvido,

sólo silencio

todos los poemas que te escribí

en la otra vida.

                                               Daniel Noya
                                       De Algo sucede en su mirada