“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”

(ALDO PELLEGRINI)

martes, 31 de octubre de 2017

4 poemas de Miguel Suárez



Amor mío

Qué luz frotamos entonces

Por qué sostiene un eje frutal el mundo

Qué no acertamos a enhebrar

Qué destello



La belleza

Las sombras de los hombres

Ya no hay que acunarla

Ya no 


Una casa -tamaño de hombre.
Su activa deshora.
Y leve noche,
con la cama a un codo de la tierra. 


El tiempo de las jarchas

La palabra
ay
tráela por esa cuesta
con sigilo

y dila. 



La voz del cuidado

Miguel Suárez  
 

lunes, 30 de octubre de 2017

El silencio: Anne Sexton


















EL SILENCIO

Cuanto más escribo, más parece que el silencio me vaya devorando.
C. K. Williams


Mi habitación está enjalbegada,
tan blanca como una estación de ferrocarril en medio del campo
e igual de silenciosa;
más blanca que huesos de pollo
a la luz de la luna,
pura basura,
e igual de silenciosa.
Hay una estatua blanca detrás de mí
y plantas blancas
brillando como vírgenes obscenas
que sacan sus lenguas elásticas
sin decir nada.
 
Mi cabello es lo único oscuro.
El fuego blanco lo ha quemado
y está chamuscado.
También mi rosario es negro,
arroja veinte ojos
el volcán,
casi deformes.
Lleno la habitación
con palabras que salen de mi estilográfica.
Las palabras rezuman igual que un aborto espontáneo.
Silbo palabras en  el aire
y vuelven a mí como pelotas de squash.
Todo permanece en silencio aún.
Como la boca enorme de un  bebé.

El silencio es muerte.
Regresa cada día como una conmoción
a posarse en mi hombro, un  pájaro blanco,
y picotea los ojos negros
y el músculo rojo y vibrante
de mi boca.

El asesino y otros poemas

Anne Sexton

Traducción de Jonio González y Jorge Ritter
Imagen: Marat Safin

domingo, 29 de octubre de 2017

Tela de araña


















Pecios

(Jubilación) Lo malo de los viejos es que ya no cambiamos de opinión. Por eso hay que prestar mucha atención a con qué pensamientos se jubila uno a los setenta y cinco años, porque ésa va a ser su renta hasta el fin de sus días.

(Las palabras rejuvenecen) Está claro que han renovado la palabra “tolerancia” sólo para poder darse el siempre sabroso gusto de decir “tolerancia cero”.

Rafael Sánchez Ferlosio


sábado, 28 de octubre de 2017

Siento el olor de la pulmonaria


















Siento el olor de la pulmonaria

de Mandelstam.





Allá en la pléyade

del monte Taigeto

y donde mora la iglesia del profeta

que dijo:

No soy mejor que mis antepasados,

el poeta encontró su alimento.



Yo me alimenté de sus versos

húmedos

en mi juventud.



Aún recuerdo los sueños de Scherezade

y los dedos calientes

de las Musas,

el hilo que conduce a la piel

del reconocimiento.



Aún recuerdo un cielo

con escamas

y unos labios que me besaban

hasta el cartílago.



En mi vejez

suena ya el ruiseñor de la muerte

y mi corazón

es ya ajeno,

pero aún combato las tinieblas.



Y alimentado como estoy

de tus dulces versos

espero

el aliento de una nueva primavera,

sin temor al rocío,

espantando a la noche definitiva,

sobre la cima estrellada

de tu monte Taigeto.

De: La doble rendija
(en preparación)

Daniel Noya




viernes, 27 de octubre de 2017

Imágenes con palabras (14)

Imagen: Odilon Redon         



























14

Me salen las palabras a borbotones. Escribo en el parque, mientras espero que cambie el semáforo, en el cine, conduciendo, mientras converso con el móvil… ¡Tengo que calmarme!


De: Luces de gálibo
Daniel Noya

jueves, 26 de octubre de 2017

7 fragmentos de René Char












No es posible comenzar un poema sin una parcela de error acerca de sí mismo y el mundo, sin una brizna de inocencia en las primeras palabras.

Que puedas guardar a tus amigos esenciales en el viento de tu rama.

Existo en la gracia de tu rostro que mis tinieblas cubren de júbilo.

Un poeta debe dejar huellas de su paso, no pruebas.Solamente las huellas hacen soñar.

Me colmaré de una tierra celeste.

Solamente tenemos un recurso frente a la muerte: hacer arte antes que ella.

No es el estómago quien reclama la sopa caliente; es el corazón.


La palabra en archipiélago
(La parole en archipel)



René Char

miércoles, 25 de octubre de 2017

Un artículo y un poema de Osip Mandelstam

Artículo:
Ruiseñores en jaulas






















Toma para tu gozo de mis manos
un poco de sol y de miel,
como nos ordenaron las abejas de Perséfone.

No soltar una barca a la deriva,
no sentir en la piel la sombra de una bota,
no vencer al dolor en esta vida dormida.

Sólo nos quedan los besos,
afelpados como abejitas
que mueren lejos de la colmena,
y que murmuran en la transparente espesura de la noche,
su patria es el bosque dormido de Taigeto
y su alimento, el tiempo, la pulmonaria y la menta.

Toma para tu gozo mi regalo salvaje,
este feo collar
de abejas muertas que convirtieron su miel en sol.

                                                                      1920


Osip Mandeltam



Tristia y otros poemas

Prólogo de Joseph Brodsky
Igitur poesía






martes, 24 de octubre de 2017

Un arte: Elisabeth Bishop





















Un arte

El arte de perder no es difícil de dominar;
tantas cosas parecen henchidas con el intento
de perderse que su pérdida no es ningún desastre.
Pierde algo cada día. Acepta la confusión
por las llaves perdidas, la hora en blanco.
El arte de perder no es difícil de dominar.
Luego practica perder más, perder más rápido:
lugares y nombres, las partes a las que querías
viajar. Nada de esto traerá un desastre.
Perdí el reloj de mi madre. Y mira, mi última o
penúltima de mis tres casas se ha ido.
El arte de perder no es difícil de dominar.
Perdí dos bellas ciudades. Y algunos
vastos reinos que eran míos, dos ríos, un continente.
Los añoro, pero no fue un desastre.
—Incluso perderte a ti (la voz burlona, un gesto
que adoro) no habré mentido. Es evidente:
el arte de perder no es muy difícil de dominar
aunque pueda parecer así (escríbelo) un desastre.


(Elisabeth Bishop)


lunes, 23 de octubre de 2017

Dos artículos para reflexionar




Artículo sobre Cataluña


















Artículo sobre Emilio Lledó






Y enlazamos con el gran tema de la ética griega: la paideía, la educación. El lenguaje, para la educación griega, es spermata (semillas).


Nuestra democracia está condenada al fracaso si no se plantea y resuelve el problema de la educación. La democracia sólo es posible si se da una liberación individual a través de la educación. En España vivimos catecismizados. Aquí no se enseña a pensar, se dan libros de texto. Y, sin cambiar esto difícilmente va a poder pensarse en ningún otro tipo de cambio más profundo.

Esta es una enseñanza esencial de la filosofía, que no es sólo amor a la sabiduría sino amor a las preguntas, a la curiosidad, al asombro. Pero sin dogmatismos, sin grumos mentales.

Pero en este tiempo nuestro existe también una educación inmovilizadora cada vez más extendida. Es la que tiene que ver con el ámbito de las redes sociales y de los teléfonos móviles. Eso podría conducirnos a una sociedad inmovilizada. Los flashes momentáneos que generan las redes sociales impiden el pensamiento, lo anestesian. Pues pensar es una forma de dotar al individuo de fluidez, de agilidad, de amplitud. Lo opuesto al sedentarismo de los mensajes instantáneos. El mejor reflejo para representar esta idea es el libro y la lectura. Ellos, los libros, ofrecen siempre una posibilidad de diálogo. Pero cada vez hay menos interés por dialogar.

Emilio Lledó

 

domingo, 22 de octubre de 2017

Mundo mágico: Emilio Adolfo Westphalen

 

 

 

 

 

 

 

Mundo mágico

Tengo que darles una noticia negra y definitiva
Todos ustedes se están muriendo
Los muertos la muerte de ojos blancos las muchachas de ojos rojos
Volviéndose jóvenes las muchachas las madres todos mis amorcitos
Yo escribía
Dije amorcitos
Digo que escribía una carta
Una carta una carta infame
Pero dije amorcitos
Estoy escribiendo una carta
Otra será escrita mañana
Mañana estarán ustedes muertos
La carta intacta la carta infame también está muerta
Escribo siempre y no olvidaré tus ojos rojos
Es todo lo que puedo prometer
Tus ojos inmóviles tus ojos rojos
Es todo lo que puedo prometer
Cuando fui a verte tenía un lápiz y escribí sobre tu puerta
Esta es la casa de las mujeres que se están muriendo
Las mujeres de ojos inmóviles las muchachas de ojos rojos
Mi lápiz era enano y escribía lo que yo quería
Mi lápiz enano mi querido lápiz de ojos blancos
Pero una vez lo llamé el peor lápiz que nunca tuve
No oyó lo que dije no se enteró
Sólo tenía ojos blancos
Luego besé sus ojos blancos y él se convirtió en ella
Y la desposé por sus ojos blancos y tuvimos muchos hijos
Mis hijos o sus hijos
Cada uno tiene un periódico para leer
Los periódicos de la muerte que están muertos
Sólo que ellos no saben leer
No tienen ojos ni rojos ni inmóviles ni blancos
Siempre estoy escribiendo y digo que todos ustedes se están muriendo
Pero ella es el desasosiego y no tiene ojos rojos
Ojos rojos ojos inmóviles


Emilio Adolfo Westphalen

sábado, 21 de octubre de 2017

Te cielo





Te cielo
es un verbo inventado
por Frida Khalo.

Te quiero
más que la luz del sol que brilla sobre la nieve

y estrelleo

con tu sonrisa como la rama verde
que lucea en ese árbol. 




De: La doble rendija
DANIEL NOYA

viernes, 20 de octubre de 2017

Imágenes con palabras (13)




Imagen de William Blake

       13

Dibujo un rostro con los ojos cerrados. Al abrirlos descubro mi propio rostro y ni siquiera me inmuto.






De:  Luces de gálibo

Daniel Noya

jueves, 19 de octubre de 2017

Aforismos: Frida Khalo





“Donde no puedas amar, no te demores”.











El suicidio de Dorothy Hale
Frida Kahlo


"Quise ahogar mis penas en licor, pero las condenadas aprendieron a nadar"
 
















¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno: Yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida.
 



















miércoles, 18 de octubre de 2017

Comunión Plenaria: Oliverio Girondo


COMUNIÓN PLENARIA



LOS NERVIOS se me adhieren
al barro, a las paredes,
abrazan los ramajes,
penetran en la tierra,
se esparcen por el aire,
hasta alcanzar el cielo.
El mármol, los caballos
tienen mis propias venas.
Cualquier dolor lastima
mi carne, mi esqueleto.
¡Las veces que me he muerto
al ver matar un toro!…
Si diviso una nube
debo emprender el vuelo.
Si una mujer se acuesta
yo me acuesto con ella.
Cuántas veces me he dicho:
¿Seré yo esa piedra?
Nunca sigo un cadáver
sin quedarme a su lado.
Cuando ponen un huevo,
yo también cacareo.
Basta que alguien me piense
para ser un recuerdo.

De: Persuasión de los días














Oliverio Girondo


 
















martes, 17 de octubre de 2017

Mariposa de luz: Juan Ramón Jiménez
















Mariposa de luz,

la belleza se va cuando yo llego

a su rosa.



Corro, ciego, tras ella…

La medio cojo aquí y allá…



¡Sólo queda en mi mano

la forma de su huida!


DE: Piedra y cielo
















Juan Ramón Jiménez