“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”

(ALDO PELLEGRINI)

lunes, 29 de octubre de 2018

Lo que es verdad: Ingeborg Bachmann





Lo que es verdad

Lo que es verdad no echa arena en tus ojos,
por lo que es verdad sueño y muerte te piden perdón,
como algo interno, aconsejado por cada dolor,
lo que es verdad mueve la losa de tu tumba.

Lo que es verdad, tan hundido, tan borroso
en el germen y en la hoja, en el perezoso lecho de la lengua,
por un año y otro año y todos los años,
lo que es verdad no crea tiempo, lo compensa.

Lo que es verdad peina una raya a la tierra,
desbroza el sueño, la corona y el cultivo,
hincha su cresta y cargado de frutas cosechadas
te hinca sus dientes y te bebe del todo.

Lo que es verdad no se suspende hasta la incursión
en la que tal vez te todo esté en juego.
Tú eres su botín al abrirse tus heridas;
nada te asaltará que no te traicione.

Llega la luna con los cántaros de hiel.
Bebe tu medida. Cae la amarga noche.
Nieva la escoria en el plumaje de las palomas,
ni una sola hoja se pone a salvo.

Estás preso en el mundo, cargado de cadenas,
pero lo que es verdad abre grietas en la pared.
Velas y en la oscuridad vigilas,
vuelta la cara hacia la salida desconocida.



Invocación a la Osa Mayor

Ingeborg Bachmann



domingo, 28 de octubre de 2018

Responso ante el cadáver de mi madre: José Watanabe






RESPONSO ANTE EL CADÁVER DE MI MADRE

A este cadáver le falta alegría.
     Qué culpa tan inmensa
     cuando a un cadáver le falta alegría.
     Uno quiere traerle algo radiante o gustoso (yo recuerdo
     su felicidad de anciana comiendo un bife tierno),
     pero Dora aún no regresa del mercado.

A este cadáver le falta alegría,
     ¿alguna alegría aún puede entrar en su alma
     que está tendida sobre sus órganos de polvo?

Qué inútiles somos
     ante un cadáver que se va tan desolado.
     Ya no podemos enmendar nada. ¿Alguien guarda todavía
     esas diminutas manzanas de pobre
     que ella confitaba y en sus manos obsequiosas
     parecían venidas de un árbol espléndido?

Ya se está yendo con su anillo de viuda.

Ya se está yendo, y no le prometas nada:
     le provocarás una frase sarcástica
     y lapidaria que, como siempre, te dejará hecho un idiota.

Ya se está yendo con su costumbre de ir bailando
     por el camino
     para mecer al hijo que llevaba a la espalda.
     Once hijos, Señora Coneja, y ninguno sabe qué diablos hacer
     para que su cadáver tenga alegría.

Banderas detrás de la niebla

José Watanabe

sábado, 27 de octubre de 2018

Tal vez algo queda en pie: Rafael Cadenas





TAL VEZ ALGO QUEDA EN PIE

Los poetas
levantan
espléndidas construcciones.

Ninguna acritud.
Sólo templanza.
Sólo la limpia obra.
Sólo el escondido esplendor.

No se engañan;
pero me asombra que sigan
trabajando
en la casa del idioma.                           

Rafael Cadenas