“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”

(ALDO PELLEGRINI)

domingo, 30 de abril de 2017

Besos: Jorge Boccanera

Henri de Toulouse Lautrec



Besos

La vida no es
la cara ni el llanto de la cara
ni la mano ni el golpe de la mano en la cara
ni el viaje de la mano ni la estéril huida de la
           cara

es el hilo de sangre que sale de tu boca.


Jorge Boccanera

sábado, 29 de abril de 2017

Lección de poética: Daniel Noya




 Lección de poética

Para escribir un buen poema hay que estar mucho rato
mirando a la luna,
no desfondarse nunca en el primer verso que es el verso
que regalan las Musas,
tener una voz personal y no imitar el perfume de los otros,
leer mucha prensa,
haberse empapado la Crítica de la Razón Pura,
ser irónico solo en los poemas que traten de los seres humanos,
profundo en los poemas que hablen de las cosas
y en los viajes
estar siempre atento y con el alma al servicio de la inspiración,
permanecer horas en el sillón o mejor sentado en una piedra
leyendo a otros poetas, oyendo el ruido que hace el río,
respirar por el lado equivocado y no hacer caso de las correcciones,
dejarse llevar por el primer impulso, escribir lo inconveniente,
aquello que sabemos que más nos avergüenza,
amar las palabras, partir siempre de la inocencia,
no forzar nunca las sensaciones, no querer ser original,
patear la calle, aprender del ritmo de las canciones,
descubrir lo que calla el silencio,
enamorarse,
saber que la filosofía es un aliado,
saber que el diccionario es un enemigo,
aliarse con todo y con nada, ser humilde, trabajar sin descanso,
mantener la magia del primer día,
vivir intensamente la vida,
beber de vez en cuando,
parar a tiempo,
escribir sin descanso,
en los bares,
en los tejados,
en el más absoluto de los desamparos,
en las aulas sobre los pupitres, en los muros,
en el agua con un palo de avellano,
escribir poemas estando enfermo, tomar notas
de todo lo que sucede, aprender de la sabiduría de las hojas,
de todo lo cifrado en el aire,
escribir en el reposo
y en la inquietud de los lugares con sabor a lejanía,
describir el surco del suelo en el amanecer
y saber que una mano
escribe sola pero para que la acaricie  una multitud,
ser incondicional con el sentimiento,
ser poeta de oficio,
dejarse las pestañas en el habla, matarse en cada letra,
dibujar de blanco los signos,
no tener claros los lindes, desgastar los labios en las preguntas,
engañar siempre a la muerte
y haber pasado por el mundo como un instante de placer.

Para hacer un buen poema no hace falta practicar yoga,
ni contar las sílabas, respirar la tarde, tener sueños,
acabar siempre con un verso redondo,
como si te rindieses al abrazo mortal del mar después de haber braceado buscando una imposible salvación.

De: La sabiduría de las uvas
Daniel Noya



jueves, 27 de abril de 2017

3 poemas breves de Alejandra Pizarnik
















dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe

alguna vez
alguna vez tal vez
me iré sin quedarme
me iré como quien se va



                                        una mirada desde la alcantarilla
                                            puede ser una visión del mundo
                                                                                      la rebelión consiste en mirar una rosa
                                                                                               hasta pulverizarse los ojos

De Árbol de Diana

Alejandra Pizarnik


martes, 25 de abril de 2017

Entrevista y poemas de Raquel Lanseros y Fernando Valverde

 


Contigo

Porque no vive el alma entre las cosas
sino en la acción audaz de descifrarlas,

yo amo la luz hermana que alienta mis sentidos.

Mil veces he deseado averiguar quién soy.

Después de tantos nombres,
de tanta travesía hacia mi propia brújula,
podría abrazar la arena durante varios siglos.
Ver pasar el silencio y seguir abrazándola.

No está en mí la verdad, cada segundo
es un fugaz intento de atrapar lo inasible.
La verdad no está en nadie, y aún más lejos
yace de un rey que de cualquier mendigo.
Si alguien está pensando en perseguirla
no debe olvidar esto:
el fuego ha sido siempre presagio de declive
como la intensidad antesala de olvido.

Cuando mis ojos vuelvan al origen,
pido un último don.
Nada más os reclamo.
Poned en mi sepulcro las palabras.
Las que dije mil veces
y las que habría deseado decir al menos una.

Guardad en mi costado las palabras.
Las que usé para amar,
las que aprendí a lo largo del camino,
las primeras que oí de labios de mi madre.

Envolvedme entre ellas sin reparo,
no temáis por su peso.
Pero cuidad con mimo la palabra contigo.
Tratadla con respeto.
Colocadla
sobre mi corazón.
La verdad no está en nadie, pero acaso
las palabras pudieran engendrarla.

Quizá entonces aquel a quien dije contigo
y para quien contigo fue toda su costumbre,
se acostará a mi lado con ternura,
juntos en el vacío más sagrado,
cuando la eternidad toma nuestra medida,
cuando la eternidad se pronuncia contigo.


Raquel Lanseros


Un lobo

Dentro de este poema pasa un lobo
que deja sus pisadas en la nieve.

Sigiloso y hambriento,
recorre una ciudad
que miró confiada hacia el futuro.

Hoy han bajado todas las persianas.

Es tarde,
trato de no hacer ruido
y que avancen los versos como pasan los días
para que el lobo escoja
un camino que lleve a otro lugar,
una presa más débil.

Pero en este poema espera un lobo
que ha venido a buscarme.
Aunque intente estar quieto y no hacer ruido
salta por las palabras un recuerdo
que me arranca un aullido y me devora.


Fernando Valverde

 





lunes, 24 de abril de 2017

Oración por Marilyn Monroe: Ernesto Cardenal























ORACIÓN POR MARILYN MONROE
Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe,
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...

Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo —de mármol y oro— es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.
Señor
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.
Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
                                                        se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.

Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.

Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
                                                              ¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta
          porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
          la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.
La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBER
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
            ¡contesta Tú al teléfono!


Ernesto Cardenal

sábado, 22 de abril de 2017

Abecedario: Daniel Noya





















ABECEDARIO

De tu cuerpo
nace un abecedario de belleza
a  veces
brillan chispas de luz
como
deslumbrantes
estrellas
fugaces
gotean a veces dulcísimas
horas
imborrables
jamás
kilogramos de tristeza ni
lamentos de lejanía sino tan solo
melodías con sabor a islas desconocidas o
nombres como raíces musicales sin
ñoñerías carbonizadas
ondas de color nacidas del vientre del mar y
pájaros en la cima del cielo
quizá
racimos de luz
silencios en los que sólo habla
tu cuerpo que así
une sinuosos
versos que siempre deslumbran como grabados de
William Blake o
xilografías
yuxtapuestas que dibujan la claridad de una
zona que solo ocupa el milagro de tu cuerpo.



De: La sabiduría de las uvas
Daniel Noya






viernes, 21 de abril de 2017

En una estación del metro: Óscar Hahn


















En una estación del metro

Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro


y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos


y la perdieron para siempre entre la multitud

Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por la estaciones


y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles


Y quizás el amor no es más que eso:

una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro


y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre.


Óscar Hahn





jueves, 20 de abril de 2017

Escuela o barbarie




Artículo de cuarto poder























La esquizofrenia en los centros es inquietante, en este sentido. El profesor es el primer alienado en su trabajo. Como resultado, lo está también el alumno. ¿Es posible defender en estas condiciones la formación de un ciudadano crítico, autónomo; de una formación para la emancipación del individuo? (...)

Según Dewey, la educación debe servir para hacer que los indiviuduos tengan cosas en común.(...)

Este discurso hunde sus raíces en las partes menos sostenibles y más ideológicas del Emilio de Rousseau y de los Pensamientos sobre educación de Locke y viene a defender la idea de que puesto que la naturaleza humana es diversa en capacidades, hay que asumir que las disgualdades son las que son por naturaleza y que es labor de la escuela integrarlas y buscar los itinerarios que lleven a los individuos a su lugar natural social (...)

En efecto, en España los problemas de la enseñanza secundaria tienen que ver, más que nada, con la existencia misma de la enseñanza concertada, un cáncer que ha destruido el sistema de instrucción pública, marginando cada vez más la enseñanza pública, deteriorándola y obligándola a asumir la carga de todos los problemas sociales, políticos y económicos (...)

Esto no es un imperio de la ley, sino una dictadura capitalista. Esto no es la realización del monstruo soñado por la Ilustración. Es la pesadilla a la que nos vimos abocados cuando la Ilustración fue derrotada. Institucionalmente, hemos regresado a la Edad Media. (...)




miércoles, 19 de abril de 2017

Fin y principios: Francisco Urondo

Camille Pissarro






















FIN Y PRINCIPIOS

Estoy en los ruidos de la tristeza,
en las tablas de la perdición,
en el aire de este tiempo maldito, infortunado;
llovizna criminal y sucia.

En aventuras, en la queja
del muerto y el terror de los vivos y el soplo
de los convalecientes.

Estoy en el clamor encontrado, fuera
de la felicidad y el fascismo y el olvido sin escuchar
la clausura y la ausencia,
sin tolerar la conmiseración, o desconocer
la alegría o la bondad o el dolor del caído.

Sin sentir resignaciones, sufriendo con rabia
la esperanza, viviendo a mi manera.

Poemas   Francisco Urondo
 
 

martes, 18 de abril de 2017

Sobre Kafka: Albert Camus



Todo el arte de Kafka consiste en obligar al lector a releer. Sus desenlaces, o la ausencia de desenlaces, sugieren explicaciones, pero que no se revelan claramente y que exigen, para que parezcan fundadas, una nueva lectura del relato desde otro ángulo. A veces hay una doble posibilidad de interpretación, de donde surge la necesidad de dos lecturas. Eso es lo que buscaba el autor. Pero sería un error querer interpretar todo detalladamente en Kafka. Un símbolo está siempre en lo general, y, por precisa que sea su traducción, un artista no puede restituirle sino el movimiento: no hay traducción literal. Por lo demás, nada es más difícil de entender que una obra simbólica. Un símbolo supera siempre a quien lo emplea y le hace decir en realidad más de lo que cree expresar. A este respecto, el medio más seguro de captarlo consiste en no provocarlo, en leer la obra con un espíritu no prevenido y en no buscar sus corrientes secretas. En cuanto a Kafka en particular, está bien consentir en su juego, y acercarse al drama por la apariencia y a la novela por la forma.

Albert Camus

La esperanza y lo absurdo en la obra de Kafka


domingo, 16 de abril de 2017

Fidelidad: Daniel Noya

                  

        (5)

                   Poesía,
                   prometo serte fiel
                   en la prosperidad
                   pero no en la adversidad,
                   serte fiel en la salud
                   pero no en la enfermedad
                   hasta que la falta de inspiración
                   nos separe
                   todos los días de mi vida
                   y amarte
                   como el primer día.


                                                    La doble rendija
                                                            Daniel Noya



En preparación


sábado, 15 de abril de 2017

Tentación: Daniel Noya















TENTACIÓN

“–Vivir podré aborrecido,
mas no moriré olvidado”
(“Las dos grandezas” Ramón de Campoamor)


Atardecía en Corinto, enclavada entre dos mares, cuando el bárbaro de Pella
mostró su deseo de ver al famoso cínico.

Quería el gran Alejandro
obsequiar al de Sinope con toda clase de dones por haberse mostrado esquivo
entre tantos aduladores.

Había aprendido además de Aristóteles
y sentía curiosidad por conocer a quien decía que su deseo era
gobernar hombres.

Admiraba el color rojizo del atardecer en el Istmo y se sentía extranjero
 lejos de Macedonia.

La tarde se hacía visible en el agua
y en la arena se notaba el rastro silencioso del mar.

Empezaba a estar cansado de la algarabía de la multitud.
Bucéfalo, además, estaba inquieto.

Le informaron que malvivía en una tinaja en las afueras del Craneto.

Había escuchado tantos relatos sobre el cínico.
Había oído que una vez le vieron abrazado a una estatua.
También que era capaz de enseñar a disparar el arco.

Un anciano, en una ocasión,
elevando majestuosamente el dedo al cielo,
que fue capaz de pisotear incluso el orgullo del mismísimo Platón.

El gran Alejandro atravesó el bosque de cipreses y allí estaba Diógenes 
 tranquilamente tomando el sol.

Se acercó silencioso al filósofo y cuando estaba a su lado dijo,
como si estuviese ya hablando para que lo recordase la historia:
-Pídeme lo que quieras

El filósofo entonces abrió los ojos,
un aire denso flotaba entre estos dos hombres.

Diogénes,
en un instante,
supo que su respuesta pasaría a ser una clave del pensamiento.

Quiso decir: No me hagas sombra.

Pero en verdad dijo, llorando:
-Deseo algo que ni todo tu poder puede darme.
         - Pídeme lo que quieras, aunque sea  todo el oro de la Hélade
         -repitió Alejandro-.

En un suspiro, el filósofo dijo,
sabiendo que en breve todo se vuelve del revés:
         - Deseo no ser un síndrome



                                                   La sabiduría de las uvas

                                                                               Daniel Noya