“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”

(ALDO PELLEGRINI)

sábado, 30 de septiembre de 2017

La muerte no tiene corazón: Daniel Noya


Imagen: Pierre Bonnard
 

Amor,

                                   ahora no desaparezcas.





                                   La muerte no tiene corazón.





                                   Porque sólo hay una manera cuando hasta el río fluye

                                   con palabras en lengua extraña.





                                   Sólo una palabra tuya

                                                                           para que aparezca el sueño.





                                   La muerte no tiene corazón.





                                               Amor,

                                   háblame,

                                   dime qué desconocido

                                   te ha besado,

                                   o ha sabido mejor que yo

dar un abrazo a tu niñez.



DE: Cierra el portón

Daniel Noya 





viernes, 29 de septiembre de 2017

Imágenes con palabras (10)


Imagen: Bansky

























(10)


Una dependienta en el Carrefour: Por favor, que si puedes venir. Hay un hombre que me pita. Y yo que desconocía esa cualidad mía en la salida de esos hermosos templos del consumo.



De: Luces de gálibo

Daniel Noya 

jueves, 28 de septiembre de 2017

Que nadie vaya a llorar


















Que Nadie Vaya a Llorar

Que nadie vaya a llorar el día que yo me muera
es más hermoso cantar aunque se cante con pena
que nadie vaya llevar ni flores ni ropa negra
no me vayáis a enterrar para pudrirme bajo tierra
es más hermoso cantar mientras mi carne se quema
y luego me ofrecéis al mar o al aire o sobre la arena o en un jardin,
me da igual
pero cuando yo muera que nadie vaya a llorar 




miércoles, 27 de septiembre de 2017

Astillas: José Emilio Pacheco















ASTILLAS

Retratos

Nada fija el instante:
en el retrato
se mueren más los muertos.

Escritura

Consuelo de la letra:
la hosca vida
encerrada en algunos signos.

Dragones

El que derrota al monstruo
y ocupa su lugar
se vuelve el monstruo.

Civilización

La mente dice: quiero;
el cuerpo:dame.
(La conciencia aparta la vista)


Tarde o temprano. (Poemas 1958-2009)

José Emilio Pacheco

Tusquets Editores

martes, 26 de septiembre de 2017

Madrigal en casette: Mario Benedetti


















MADRIGAL EN CASSETTE

Ahora que apretaste
la tecla play
me atreveré a decirte
lo que nunca
osaría proponerte
cara a cara

que oprimas de una vez
la tecla stop.


Mario Benedetti

lunes, 25 de septiembre de 2017

Vuelta a la poesía: Piedad Bonnett





















Vuelta a la poesía

 

Otra vez vuelvo a ti.
Cansada vengo, definitivamente solitaria.
Mi faltriquera llena de penas traigo, desbordada
de penas infinitas,
de dolor.
De los desiertos vengo con los labios ardidos
y la mirada ciega
de tanto duro viento y ardua arena.
Abrazada de sed,
vengo a beber de tus profundos manantiales,
a rendirme en tus brazos,
hondos brazos de madre, y en tu pecho
de amante, misterioso,
donde late tu corazón como un enigma.
Ahora
que descansando estoy junto al camino,
te veo aparecer en cada cosa:
en la humilde carreta
en que es más verde el verde de las coles,
y en el azul en que la tarde estalla.
Humilde vuelvo a ti con el alma desnuda
a buscar el reflejo de mi rostro,
mi verdadero rostro
entre tus aguas.


Piedad Bonnett
Imagen: Pierre Bonnard

domingo, 24 de septiembre de 2017

Todo tiene tu cuerpo: Daniel Noya

















Todo tiene tu cuerpo.

La geografía de África,

el dibujo de un puzzle,

el despertar de las profundidades.



Todo tiene tu cuerpo.



El resultado de todas las ecuaciones,

el relieve de la Gran Llanura China,

la alegría de las revoluciones,

el caudal de Río Grande.



Todo es tu cuerpo.



El color de las hayas y el sabor

de los gozos compartidos.



Mi escritura es también tu cuerpo.



Y mi propio cuerpo es un espejismo porque

es también tu cuerpo enredado

junto al mío.


De: La doble rendija
(en preparación)

Daniel Noya




sábado, 23 de septiembre de 2017

Escúchame: Daniel Noya







¡Escúchame!

Hablo
del día, con palabras desnudas
que se asoman por mis ojos.

Escucha el paso de la estación
por tus venas calladas.

Habla
la luz, la oscuridad de
las hojas secas
y en la penumbra quedan
todas las metáforas.

Tengo que hablar más alto que
la colina
para que me escuches,
desde la cima de mi corazón
para que me comprendas,
caído,
sin destello
en la soledad de otro poema.



 De: La doble rendija
(en preparación)
Daniel Noya







viernes, 22 de septiembre de 2017

Imágenes con palabras (9)

















9

La hipostización de los discursos políticos, televisivos, religiosos… incluso literarios

De: Luces de gálibo
Daniel Noya



jueves, 21 de septiembre de 2017

Los ojos de los poetas: Daniel Noya

















Los ojos de los poetas tienen lágrimas

que lloran

en las noches de insomnio,

cicatrices en las alas vacías

de las carencias.



Cuando amanece escriben sobre los amaneceres

y cuando se enamoran sobre el amor

y las noches.



A veces no saben por qué escriben

y a veces es el dolor, a veces

las palabras que se escapan de la boca

y la vida que les hace un guiño cómplice

para que sea cantada.



Los ojos de los poetas tienen

brotes de acacias, penas de mayo que duelen

y apuntes de imaginación sobre las aceras.



Viven en la estación del que ama

y en la noche del gorrión sin tiempo.



Son ciegos los poetas

y videntes,

relámpagos, islas de luz que se reflejan

en las nubes.



Son sombras

los ojos de los poetas

y tienen lágrimas azules y danzas

de hojas equivocadas

que se marchitan en otoño.



Porque tienen piel escriben con la piel

y arden sus ramajes

dejando una huella de polvo sobre la tierra.



Los ojos de los poetas

tienen la magia del poema incomprendido

que es la canción de los consuelos,

el grito baldío

de lo que se pierde

y es ya pájaro,

silencio que responde

y pregunta,

cicatrices de letras buscando la respuesta

de la sangre,

la poesía de un mundo

de cenizas.


 De: La doble rendija
(en preparación)

Daniel Noya





miércoles, 20 de septiembre de 2017

Qué lejos te siento: Daniel Noya





















Qué lejos te siento
y todavía no te has ido.
Estás aquí tan lejos, tan distante
como mis ojos
mirándote
en tu segura ausencia.
Estás aquí,
desparramándote sobre mi soledad,
susurrándome que
todo está por concluir.
Estás aquí tan lejos
y es inútil besarte en el presente.
Sé que la lluvia me traerá tu recuerdo
y que bebo el último trago
de una botella ya vacía.


De: La doble rendija
 (en preparación)

Daniel Noya 

lunes, 18 de septiembre de 2017

Reflexión sobre el haiku








Tampoco los haikus, es decir, los poemas zen, son “expresiones” del alma. Pueden interpretarse más bien como “ puntos de vista de un nadie”.
En ellos no se puede buscar ninguna interioridad. No se expresa allí ningún “yo lírico”. Tampoco las cosas del haiku están “apremiadas a nada”. Ningún yo “lírico” inunda las cosas, las convierte en metáforas o símbolos. Más bien, el haiku hace que las cosas brillen en su ser así. El no estar apremiado a nada como temple fundamental del haiku apunta al corazón ayunador del poeta, en el que a modo de “nadie” se refleja el mundo.

Filosofía del budismo zen
Byung- Chul Han

domingo, 17 de septiembre de 2017

Dos haikus: Bashô
























(1)


La campana ha lanzado fuera

el sonido del día. El aroma
de las flores sigue sonando.

(2)


Tomada en la mano

se derrite en cálidas lagrimas
la escarcha del otoño.

BASHÔ

sábado, 16 de septiembre de 2017

Cuál era mi carne: Daniel Noya

























¿Cuál era mi carne, mi misma carne,
qué ovillo de sombría sombra fabricó hoy mi rostro
        pegado a tu ausencia?


        ¿Y por qué se me amontonan hoy todas las palabras
        y, sin embargo, no crece el entusiasmo, no crece nada el entusiasmo,
por qué deshojo como si fuera un  vulgar despojo los restos
        para formar este laberinto inútil como alguna prosa?


Deshojadora,
así es la poesía, la poesía es así,
descubre la perfección que encierra la imperfección,
        llena lentamente, muy lentamente de musgo enmohecido
        a lo que no nace del centro, del centro del mismo corazón.


                                      De: Luces de gálibo
                                                                                             Daniel Noya


                                 Imagen: Dorothea Tanning