“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”

(ALDO PELLEGRINI)

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Dime: Daniel Noya

 


Dime

 

Dime, si has cortado una flor sin que temblaran tus manos

(Lole y Manuel)

 

Al corazón más oscuro de la noche

llega el grito de dolor

de Saida, llega el grito de dolor de Nasha,

nacida en temporada de lluvias,

el amargo dolor de Zoe

o de Antonella, el dolor de Nyura, llena de gracia.

 

Al corazón más tenebroso de la noche llega el grito de dolor

de las mujeres

a las que arrojaron ácido a la cara.

 

Como a Saida, en Bangladés, que perdió el ojo izquierdo.

 

Y llega el grito de dolor de todas las mujeres mutiladas

por sus padres en la infancia.

 

En las calles de Kenia las niñas tienen miedo.

 

Dime

por qué en México durante la pandemia han sido asesinadas

dos mil mujeres,

por qué hay niñas que son mutiladas en Mali,

que se quedan embarazadas en Nairobi,

por qué a las mujeres nepalíes se las aparta de sus chozas

cuando tienen la menstruación.

 

Dime por qué las consideran impuras.

 

Y por qué

hay mujeres obligadas a casarse con sus violadores

como en Nigeria.

 

Dime

por qué hay en este mundo niñas que reciben peticiones

de matrimonio con once años,

por qué en Mauritania obligan a las adolescentes

a comer para poder casarse,

dime por qué mutilan durante las vacaciones escolares

a las niñas africanas.

 

Al corazón más oscuro de la noche

llega el grito de dolor

de Saida.

 

Cuando salió a la calle la esperaban en la puerta tres hombres.

Uno de ellos era su marido.

Le arrojaron ácido a la cara.

 

Dime si puedes sentir

al ácido atravesar su vestido, llegar hasta la piel,

herir su cuerpo.

 

Dime si puedes escuchar su grito.

 

En las calles de Kenia las niñas tienen miedo.

 

Dime si no te tiembla la voz,

si no te hace llorar tanto dolor.

 

Al corazón más oscuro de la noche llega el grito de dolor

de Chiara,

de Rosa y de Fumiko.

 

El dolor de Eva y de todas las mujeres.

 

 

Daniel Noya

 

 

 

 

 

 

 


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