GRANDE
A Marco Antonio Campos
LO que se fue, se fue, es inútil
perseguir su estar tanto.
Remedios de muy noche en la
guarida de la mesa.
¿A quién le dieron el saber sin vino?
El poeta arriesga
miles de partes que coció
temprano en la mañana
que no lo deja respirar.
El
emperrado corazón amora
Juan
Gelman
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