(2)
LA
PRIMERA PIEDRA
porque
cada pájaro muere por su lengua
(“Theodoros”
Mircea Cartarescu)
El
que esté libre de pecado
que
abrace
una
tenue esperanza,
que
invente una rebelión para salvar a las libélulas,
que
no destape
al
menos
los
demonios encerrados en una tinaja.
Que
siempre siga la estela de los sueños
y
guarde la memoria de las enseñanzas encerradas
en
la vieja Hélade.
El
que esté libre de pecado
que
gane
el
pan con el sudor de su frente.
Que
no se llene los ojos de arena.
El
que esté libre de pecado
que
recite una alegre letanía, se aprenda un proverbio
o
abrace una nostalgia,
que
en los naufragios
al
menos
lo rescate siempre la belleza de los ojos de Nausicaa.
El
que esté libre de pecado
que
no destruya las raíces de la tierra,
que
ame a sus enemigos
y
despliegue sus alas por los oasis y las montañas,
que
no pierda
al
menos
las
cuerdas vocales odiando y que espere
el
resplandor del cielo al alba.
Que no tire la primera piedra.
Que
mire
al
menos
crecer
la hierba o le roce la alegría de la lluvia.
Que
su prófuga sombra no desaparezca
en
lo profundo del Hades.
Que
no se pierda en el mar como un iceberg.
Que
no vea sólo la paja en el ojo ajeno.
El
que esté libre de pecado
que
muera por su propia lengua.
De: Sin señal
Daniel Noya