“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”

(ALDO PELLEGRINI)

martes, 25 de agosto de 2020

La timidez de los árboles

 

LA TIMIDEZ DE LOS ÁRBOLES

 

En el silencio del bosque las hojas de los árboles crecen como rostros de abismo y crecen las ramas como islas buscando siempre la luz.

La luz es su alimento. La oscuridad su reposo.

En la mudez sin grietas del bosque los árboles hablan silenciosamente.

Si duermes en el bosque algún día llegarás a entender una mínima parte de sus señales químicas.

También comprenderás que los árboles no son egoístas. El viento, caprichosamente, los mueve y son felices porque no compiten con otros árboles. Las ramas de alerces de Japón, por ejemplo, crecen guardando una distancia con las otras ramas.

Un forestal australiano lo llamó la timidez de los árboles.

La timidez de los árboles permite que la luz penetre por las grietas y alimente a las plantas.

A la sombra de los árboles los poetas anotan el júbilo de las palabras verdaderas.

 Los árboles sólo temen a la voracidad del fuego, a la violencia del rayo y a la codicia del hombre.

En el silencio del bosque se aprende que la botánica es poesía y que todavía hay muchas lecciones que la soberbia humana sigue ignorando.

 

De: Cien fuegos

 

Daniel Noya

 

 

 


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