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entretenido en el océano has ganado al dolor
hermano
tus huesos íntimos no se han visto afectados
tu corazón de nuevo bombea sangre fértil
y la luna moja su blancura en tu rostro oculto entre las sábanas
es la virtud de los océanos
la curación del agua salada
quizás tu brújula señale al fin hacia el norte
quizás tu poesía se pierda en la ladera desolada de los
silencios
tal vez vuelvas a casa cuando el invierno llame de nuevo a la
puerta
de los poetas del frío
de los poetas sin nombre
o quizás te dirija una estrella a la penumbra de las estrellas
fugaces
y así
como un pájaro de alas abiertas
tal vez podrás anotar la belleza del gris y el aroma de los
helechos
cuando llueve
y es al fin mediodía.
De: Cien
fuegos
(en preparación)
Daniel Noya
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