(4)
No he dejado que la luz se cuele por
las rendijas
de este poema
y ahora tengo frío, tengo heridas
clavadas
por toda mi carne.
Este invierno acaba como acaban los
días que abandonamos
por tristeza.
No he dejado que los recuerdos se
cuelen dejando señales frágiles
de mi otra vida
y ahora sólo trazo
torpemente
la estación fantasma, el dibujo inútil
del presente.
De: Cien fuegos
(en preparación)
Daniel Noya
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