CENTÍMETRO A
CENTÍMETRO
-Piel, cabello,
ternura, olor, palabras-
mi amor te va
tocando.
Voy
descubriendo a diario, convenciéndome
de que estás
junto a mí, de que es posible
y cierto; que
no eres,
ya, la
felicidad imaginada,
sino la dicha
permanente,
hallada,
concretísima; el abierto
aire total en
que me pierdo y gano.
Y después, qué
delicia
la de ponerme
lejos nuevamente.
Mirarte como
antes
y llamarte de
“usted”, para que sientas
que no es
verdad que te haya conseguido;
que sigues
siendo tú, la inalcanzada;
que hay muchas
cosas tuyas
que no puedo
tener.
Qué delicia
delgada, incomprensible,
la de verte
lejos,
y soportar los
golpes de alegría
que de mi
corazón ascienden
al acercarse a
ti por vez primera;
siempre por
primera, a cada instante.
Y al mismo
tiempo, así, juego a perderte
y a
descubrirte, y sé que te descubro
siempre mejor
de como te he perdido.
Es como si
dijeras:
“Cuenta hasta
diez, y búscame”, y a oscuras
yo empezara a
buscarte, y torpemente
te preguntara:
¿estás allí?”, y salieras
riendo del
escondite,
tú misma, sí,
en el fondo; pero envuelta
en una luz
distinta, en un aroma
nuevo, con un
vestido diferente.
Rubén Bonifaz Nuño
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