Bajo el tejado de mi casa
existen los silencios de la piel, se escucha la melodía transparente
del alma,
se siente el roce de la caricia, el crepitar de las palabras.
Bajo el tejado de mi casa
se oyen los sonidos de la madrugada como si fueran
fotografías
de la nieve.
Bajo el tejado de mi casa se comprenden los significados
de la herida, el error de la desdicha,
el olvido de la hojarasca en la desolada sombra
de este invierno.
Bajo el tejado de mi casa
se abren las ventanas para que entre el aire
y se ilumine el infinito, se desnudan los significados que no hablen
con el lenguaje del corazón.
Bajo
el tejado de mi casa
se ama la lluvia, se apagan los relojes, se respiran los nombres
de los días,
se apartan las sombras
con la luz de las vocales y el perfume de tus ojos.
De: No todos los días
alcanzan la belleza
Daniel Noya
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