(7)
“Se
trata de saber que el amor existe realmente
en el
mundo humano”
(Como en un
espejo. Ingmar Bergman)
Ya
sólo me separa un último muro de mi amor.
Ya
ningún otro fuego devorará mi carme.
Siento
ya sus ansiados ojos
en
el horizonte y me parecen cada vez más luminosas las estrellas.
Amé
los rojos frutos de la tierra
donde
he visto crecer los arbustos, la hierba
y
las flores.
Pero
ella ha llamado a la puerta de mi infancia
y
aparecerá en mi poema
como
en aquel poema que leí en mi juventud,
con
un manto verde y una corona de olivo.
Hoy
es el fin de mi purgatorio.
Al otro lado del río ella me espera.
Ya
no queda en mi cuerpo una sola gota de sangre
que
no tiemble.
Su
bello cuerpo ya no es polvo esparcido
y
de su mano subiré al fin a las estrellas.
De: Cien fuegos
Daniel
Noya
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