Imagen: Christian Schloe |
En la
cercanía no sé respirar,
no siento brillar
el contacto.
Abro el corazón y estás ausente.
No encajan las piezas de las respuestas
ni tiemblan las manos
con la inocencia de la lluvia.
Débilmente
la oscuridad adorna mi tristeza.
Lentamente me pierdo
en la soledad deshabitada
de mí mismo.
Escribo poemas con lengua
al aire, al vacío
y al silencio
desde una tierra infértil.
Pero te alejas hacia una distancia
sin oxígeno
a la que no llego.
De: No todos los días alcanzan la belleza
(en preparación)
Daniel Noya
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