Equivocado
corazón
no regreses más a la aurora gris de tu
lejano dolor
y vuélvete de nuevo
piel
nublada atmósfera
rincón de mar donde no oprima la muerte
y duela la ausencia
no regreses a la casa para ti cerrada
donde abandonaste tu infancia
haz que arda otra vez como una lámpara
encendida en las sombras
más oscuras
de la noche
dame
corazón
una señal sin vértigo
un brillo azul que se me pegue al cuerpo con
una luz de verano
inspírame
palabras que no me dejen una vez más
huérfano
y haz
que me agarre con nuevas raíces de asombro
a lo más profundo de la vida.
De: Cien
fuegos
Daniel Noya
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