ALGUNOS SE RESISTEN
Algunos se resisten,
pero la gente se fue quedando
y ahora vive en los pasillos
del centro comercial,
en las calles y aparcamientos
y grandes superficies.
Los niños juegan solos
con relucientes herramientas
y hay mujeres que deambulan serias
y desnudas por el campamento improvisado.
Yo vengo a veces a robar.
Bebo café y robo. Mis hijos
me esperan a la puerta, compran
y venden neumáticos viejos
para sus barcazas, negocian y ríen con los dedos.
De: Siempre es de noche en los bolsillos
Tomás Salvador González
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