Fecundidad
Hoy me siento bien, un Balzac; estoy
terminando esta línea
De: Movimiento perpetuo
Augusto
Monterroso
“que viven de un segundo de amor entre el reloj de nieve y el mar sin rostro... (Jacinto Santos)
“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”
(ALDO PELLEGRINI)
Fecundidad
Hoy me siento bien, un Balzac; estoy
terminando esta línea
De: Movimiento perpetuo
Augusto
Monterroso
CANCIÓN DE AMOR
Yo era
la chica de la carta que circula en
cadena,
la chica que no paraba de hablar de
ataúdes y ojos de cerradura,
la de las facturas de teléfono,
la foto arrugada y la pérdida de
relaciones,
la que seguía diciendo-
¡Escuchad!
¡Escuchad!
¡Nunca
debemos! ¡Nunca debemos!
y todas esas cosas…
esa
con los ojos medio metidos bajo su
abrigo,
con sus enormes ojos de azul metálico
de arma,
con la vena delgada en la curva de su
cuello
que zumbaba como un diapasón,
con sus hombros tan desnudos como un
edificio,
con su pie delgado y sus delgados
dedos,
con un viejo anzuelo rojo en su boca,
la boca que seguía sangrando
en los terribles campos de su alma…
esa
que seguía cayéndose dormida,
tan vieja como una piedra era,
cada mano como un trozo de cemento,
durante horas y horas
y luego se despertaba,
después de la pequeña muerte,
y luego era tan suave como,
tan delicada como…
un exceso de luz,
con nada peligroso en absoluto,
como un mendigo que come
o un ratón sobre una azotea
sin trampilla,
con nada más honesto que tu mano en su
mano-
¡con
nadie, nadie sino tú!
y todas esas cosas
¡nadie,
nadie sino tú!
¡Oh! No hay forma de traducir
aquel océano,
aquella música,
aquel teatro,
aquel campo de ponis.
De: Vive o muere
Anne Sexton
CANCIÓN DE AMOR
Oigo lo que no oyen los demás,
pies descalzos pisando terciopelo.
Suspiros bajo el sello de una carta,
el estremecimiento de las cuerdas,
cuando las cuerdas tiemblan.
Huyendo alguna vez de la gente,
veo lo que no ven los demás.
El amor, vestido con la risa
que se oculta en las pestañas sobre los
ojos.
Cuando todavía tiene copos de nieve en
los bucles,
veo florecer la rosa en el rosal.
Oí al amor partir
cuando unos labios rozaron los míos por
primera vez.
Quién, sin embargo, detendrá mi
esperanza:
ni siquiera el miedo al desengaño
para que a tus rodillas no se ponga.
La más hermosa suele estar loca.
De: Breve antología
Jaroslav Seifert
-San Agustín parece estar convencido de
que el amor es un germen que se siembra también en la muerte. (…) San Agustín
creía que el Eros mataba algo dentro de nosotros. El amor, dice, mata “lo que
hemos sido”, la sustancia que recuerda, los mitos previos al dualismo de los
sexos, para que lleguemos “a ser lo que no éramos”.
De: Paradiso
José
Lezama Lima
PRIMER
RECUERDO
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Paseaba con un dejo de azucena que piensa, |
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casi de pájaro que sabe ha de nacer. |
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Mirándose sin verse a una luna que le hacía espejo
el sueño |
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y a un silencio de nieve, que le elevaba los pies. |
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A un silencio asomada. |
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Era anterior al arpa, a la lluvia y a las palabras. |
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No sabía. |
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Blanca alumna del aire, |
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temblaba con las estrellas, con la flor y los
árboles. |
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Su tallo, su verde talle. |
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Con las estrellas mías que, |
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ignorantes de todo, |
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por cavar dos lagunas en sus ojos |
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la ahogaron en dos mares. |
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Y recuerdo... |
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Nada más: muerta, alejarse. |
De:
Sobre los ángeles
Rafael Alberti
FÓSIL
En la huella de los analfabetos
todo ha quedado escrito.
Los espejos contienen
las vidas y las muertes.
Cada hombre es un fósil
de enjambres, muchedumbres,
que habitaron la tierra.
De: Compañero enemigo
Juan Antonio Bermúdez
LA TIMIDEZ DE LOS ÁRBOLES
En el
silencio del bosque las hojas de los árboles crecen como rostros de abismo y
crecen las ramas como islas buscando siempre la luz.
La luz
es su alimento. La oscuridad su reposo.
En la
mudez sin grietas del bosque los árboles hablan silenciosamente.
Si
duermes en el bosque algún día llegarás a entender una mínima parte de sus
señales químicas.
También
comprenderás que los árboles no son egoístas. El viento, caprichosamente, los
mueve y son felices porque no compiten con otros árboles. Las ramas de alerces
de Japón, por ejemplo, crecen guardando una distancia con las otras ramas.
Un
forestal australiano lo llamó la timidez de los árboles.
La
timidez de los árboles permite que la luz penetre por las grietas y alimente a
las plantas.
A la sombra de los árboles los poetas anotan el júbilo de las palabras verdaderas.
Los árboles sólo temen a la voracidad del
fuego, a la violencia del rayo y a la codicia del hombre.
En el
silencio del bosque se aprende que la botánica es poesía y que todavía hay
muchas lecciones que la soberbia humana sigue ignorando.
De: Cien fuegos
Daniel
Noya
ECOPOEMAS
EL MUNDO ACTUAL?
EL inMUNDO ACTUAL!
De: Cachureo, ecopoemas,
guatapiques, últimas prédicas
Nicanor Parra
ALGUNOS SE RESISTEN
Algunos se resisten,
pero la gente se fue quedando
y ahora vive en los pasillos
del centro comercial,
en las calles y aparcamientos
y grandes superficies.
Los niños juegan solos
con relucientes herramientas
y hay mujeres que deambulan serias
y desnudas por el campamento improvisado.
Yo vengo a veces a robar.
Bebo café y robo. Mis hijos
me esperan a la puerta, compran
y venden neumáticos viejos
para sus barcazas, negocian y ríen con los dedos.
De: Siempre es de noche en los bolsillos
Tomás Salvador González