EN LA OSCURIDAD
En la oscuridad
dije tu nombre.
El silencio y la brisa
movieron las cortinas.
En el cielo monótono
una estrella ardía,
una estrella partía,
una estrella moría.
Tu nombre dije.
Tu nombre dije:
toda mi existencia,
como un cuenco de leche
estaba en mis manos.
La mirada azul de la luna
chocaba contra los cristales.
Desde el país de las cigarras
una triste canción
se elevaba como el humo.
Sobre los cristales,
como el humo,
se deslizaba.
Toda la noche allí,
en la diana de mi pecho
alguien jadeaba
de desesperación.
Alguien se desvelaba.
Alguien te deseaba.
Y sus dos manos frías
de nuevo rechazabas.
Toda la noche allí,
desde las negras ramas
una tristeza
se deshojaba.
Alguien se enajenaba.
Alguien te recitaba.
El aire como escombros
le sepultaba.
Mi pequeño árbol
amaba al viento,
al viento errante.
¿Dónde está la morada del viento?
¿Dónde está, del viento, la morada?
De: Eterno anochecer
Forugh Farrojzad
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