Imagen de Demetriodigrado |
Dicen que la poesía
no da de comer.
Como si la belleza fuese
un trozo de carne masticable.
Como si no tuviésemos
heridas.
Como si la nube no nos hablase
o el árbol,
las ausencias.
Como si anduviésemos por la calle sin piel,
sin escalofríos,
animales sin corazón en busca de una presa.
Dicen
que la poesía no da luz,
como si no fuese cobijo
para nuestros desnudos huesos,
como si no cegara
nuestros cuerpos con palabras
de pavor,
de deseo.
Como si no nos llenase
de preguntas en los márgenes
de la escarcha,
como si no nos acercase
al precipicio,
como si no nos
encharcase de amor.
Como si no sirviese
sobre todo para respirar
todo el azul desolado
de las despedidas.
todo el azul desolado
de las despedidas.
De: Cien fuegos
Daniel Noya
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