CERRADAS ESTÁN LAS PUERTAS
Cerradas están las puertas que deberían
estar
abiertas siempre para mí. Y las que
puedo abrir
guardan lugares vacíos
como antiguas tumbas saqueadas.
Pienso en el amor de esas personas
que olvidaron quitar
los adornos después de la fiesta:
¿qué les queda?
Queda en paz también tú. La hora a la
que
nos levantamos para separarnos
ha quedado fija en mí, como en un
despertador
que ya no tiene que despertar y sólo
hace un ruido seco.
De: Gran tranquilidad:
preguntas y respuestas
Yehuda Amijai
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