(4)
la dulce somnolencia de los enamorados
nada pudo aprender lejos de la ciudad
y la mirada de las luces entonces es
ventana
o riego nocturno los veranos
cuando el agua jubilosa de la brea
y se abren las calles como ala
de
pájaro dormido
la red de puertas
las manos de las búsquedas más deprisa
bajan las escaleras de los bailes
cuando vuelvo
aún encuentro gente los oscuros
la granada despierta
con las fugas de pronto las salidas
y corres
y es más noche de desaparecidos
De: La entrada en la
cabeza
Tomás Salvador González
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