SINCERIDAD
“No hay hombre que pueda ocultarse
a los cavernosos ojos de la muerte”
(Marianne Moore)
El
silbido del rayo
asusta
a la luna
sin
embargo es delicioso el arte
a
mi alrededor
se
hace pedazos el brillo del fruto prohibido
cansado
de
los pliegues yo entiendo
que
sabrán leer
que
no hubo jaula
y
que la nieve helada dejó su huella
en
la posada de un ciego.
La doble rendija
(en preparación)
Daniel Noya
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