Vuelve a mirarla, sabe
que aprenderá a cruzar las piernas,
a sostener su vaso narrativo
y su beso poético. No hay nada
más en el mundo, quieres
decirle, sólo
la canción de tus años sobre el atril del tiempo.
Y el viejo error que permanece puro,
y el dolor que perdura
en el miembro amputado.
que aprenderá a cruzar las piernas,
a sostener su vaso narrativo
y su beso poético. No hay nada
más en el mundo, quieres
decirle, sólo
la canción de tus años sobre el atril del tiempo.
Y el viejo error que permanece puro,
y el dolor que perdura
en el miembro amputado.
De "La prisa" 1994
Juan Carlos Suñén
No hay comentarios:
Publicar un comentario