(5)
Mal resisten los deseos.
La sed
jamás se sacia.
Cae
la lluvia sobre la tierra, cae el
granizo
sobre la hierba
y cae
la nieve.
La escarcha y el rocío todavía me
estremecen.
Jamás una sombra puede ser
un cuerpo.
Y jamás puede un poeta dejar atrás
sus sombras.
De: Cien fuegos
Daniel Noya
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