(2)
El canto de la golondrina anuncia
siempre el amanecer.
Miro hacia el mar.
¡Ojalá cruce al fin la puerta que me
llevará a la felicidad!
¡Ojalá acierte con la llave!
No quiero mirar hacia atrás, hacia el
pasado.
Ahora mis pasos
son tan lentos
como el vuelo de una mariposa.
Un leve soplo,
un abrir y cerrar de ojos es la vida
para los hijos de Eva.
Dejemos
la aspereza de este camino
y subamos
hacia la luz
acompañados de la alegre canción del
mirlo.
De: Cien fuegos
Daniel
Noya
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