Suele suceder que el mérito de un poema
radique en una sola línea o incluso en una palabra meritoria. De modo que
cuelga pesadamente pero firme de su tallo; el árbol reacio a soltarlo.
Por tanto, decir que un hombre no tiene imaginación es casi como
decir que es ciego o sordo. Pero desde antaño los poetas traducen este lenguaje
oculto en una especie de réplica del habla del mundo haciendo ciertas
distinciones de rima y metro para demostrar que no se trata realmente de ese
habla. Hoy día los elementos de aquel lenguaje se transcriben tal y como suenan
y se deja libre la imaginación del oyente y del poeta para fundirse en la
danza.
Improvisaciones
William Carlos Williams
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