Sobre raíles de barro amanezco
en
lentos trenes bulliciosos.
Mi
alma se calienta en largos viajes sin rumbo.
Un
relámpago traza una letra equivocada.
A
través de la ventana
el
veloz plumaje de la estación húmeda.
La
alegría de un gorrión se adivina
por
la extensión de su canto.
De:
Cuatro raíces
Daniel Noya
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