Ruiseñores en jaulas
Toma
para tu gozo de mis manos
un
poco de sol y de miel,
como
nos ordenaron las abejas de Perséfone.
No
soltar una barca a la deriva,
no
sentir en la piel la sombra de una bota,
no
vencer al dolor en esta vida dormida.
Sólo
nos quedan los besos,
afelpados
como abejitas
que
mueren lejos de la colmena,
y
que murmuran en la transparente espesura de la noche,
su
patria es el bosque dormido de Taigeto
y
su alimento, el tiempo, la pulmonaria y la menta.
Toma
para tu gozo mi regalo salvaje,
este
feo collar
de
abejas muertas que convirtieron su miel en sol.
1920
Osip Mandeltam
Tristia y otros poemas
Prólogo de Joseph Brodsky
Igitur poesía
No hay comentarios:
Publicar un comentario