No es posible comenzar un poema sin una parcela de error acerca de sí mismo y el mundo, sin una brizna de inocencia en las primeras palabras.
Que puedas guardar a tus amigos esenciales en el viento de tu rama.
Existo en la gracia de tu rostro que mis tinieblas cubren de júbilo.
Un poeta debe dejar huellas de su paso, no pruebas.Solamente las huellas hacen soñar.
Me colmaré de una tierra celeste.
Solamente tenemos un recurso frente a la muerte: hacer arte antes que ella.
No es el estómago quien reclama la sopa caliente; es el corazón.
La palabra en archipiélago
(La parole en archipel)
René Char
No hay comentarios:
Publicar un comentario