Esas castañas se llaman anacardos.
Y los árboles que estaban junto al mar
no eran castaños.
Merecían un nombre más bonito.
Nuestras fotos de turistas se parecen
a todas las fotos de turistas.
Nuestros destinos de turistas se parecen
a los destinos de todos los turistas.
Y la vida que pasa después de nosotros
se parece
a la vida que alguna vez tuvimos.
Es injusto.
Esas castañas se llaman anacardos
porque parecen corazones.
Escribió Dickinson
Carina Sedevich
No hay comentarios:
Publicar un comentario