“De todos los seres
humanos, sólo reconocemos la existencia de aquéllos a los que amamos”
(Simone Weil)
(1)
A
contraluz
fue la señal.
Respiré y amé de nuevo las
palabras.
Nací
a contraluz, una nueva
clorofila
regó mi amor.
Descendí
verso a verso
hasta el final.
Pero ahora crezco a contraluz
en la ternura,
estoy vivo
mientras tú existas
y no paro de repetir
y no paro de repetir
tu nombre.
Daniel Noya
En preparación |
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