HACE TIEMPO
Hace tiempo
que ya no hay estaciones, praderas prohibidas,
luces próximas en los caminos no transitados,
amores rebeldes de emergencia
en los oscuros callejones
donde se respiran las sombras de la noche.
Hace tiempo
que no estamos,
que estamos
tan ausentes que nos hemos olvidado de vivir en las aceras del presente
y ya sin contacto
ni se nos espera en las celebraciones de la madrugada
con las luces encendidas.
Hace tiempo que somos un punto y aparte,
un soplo póstumo ya sin manos.
Hace tiempo
que somos desnudas ausencias en la alegría de las conversaciones,
jardines sin flores,
los ecos envejecidos de una garganta sin surcos.
Y hace tiempo
que no tenemos brazos, que somos corazones sin pálpito
y hace ya tanto que somos
una imaginación sin articulaciones,
laderas sin palabras, huéspedes inesperados,
amputadas geometrías varadas en la languidez
de los otoños.
Hace tiempo
que estamos solos en las prisiones de las despedidas,
rotos en mil pedazos,
abandonados en un cansancio sin tinta,
extranjeros sin júbilo en todas partes.
Y hace tiempo
que estamos ya sin tiempo,
que nuestros días se van deshojando de claridades,
que se van rompiendo todos nuestros cristales
y miramos a escondidas las antiguas fotografías
buscando los viejos recuerdos
de nuestro lejano mundo.
De: Cien fuegos
Daniel Noya
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