LAS PALABRAS DE LA POESÍA
Hay palabras que juegan al escondite.
Son las palabras de la poesía.
Están en todas partes.
Palabras tristes, nombres que aparecen
de repente
entre la niebla.
Humanas palabras que arropan como
sábanas
en un frío amanecer.
Hay palabras dulces, distantes,
atmósferas de aliento
quebrándonos
la piel.
Hay palabras mediodía, sin oxidar,
altas como las nubes,
imposibles como la lejanía de los
mares,
cercanas como el amor.
Palabras mudas, de ausencia, sin
ojeras,
palabras del azar
desnudándonos por dentro.
Hay palabras que nombran las penumbras,
que acompañan a la música y esparcen los
silencios,
palabras ignoradas
que una vez fueron hermosas,
idiomas olvidados como la lluvia cuando
se refugia en la tierra,
entre paréntesis,
adornadas de interrogaciones calladas,
sabias,
exóticas,
terrenales,
con lirismo, llenas de temblores,
distraídas,
con olor de besos y de esperanza,
palabras con la dulzura de los otoños
y las despedidas,
palabras de la memoria para recordar el
amor de nuestros padres,
brillantes como hogueras en la noche,
palabras escritas a mano,
recitadas desde la piedra,
aleteantes como pájaros,
dañinas como escorpiones,
sucias como el barro.
Están en todas partes.
Son las palabras de la poesía.
Llegan con heridas, están
silenciosamente en el aire
y desaparecen con la última brisa
y el olvido de los hombres.
De: No todos los días alcanzan la belleza
Daniel Noya
No hay comentarios:
Publicar un comentario