Michal Heiman |
Yo,
que perdí
la voz para que tus ojos
se fijasen
en mi
pequeñez.
Yo,
que
desgasté mis labios para que mis palabras
reflejasen
tu
interior.
Yo,
que posé
mi mirada en la sombra
para
descifrar el mensaje que calla
en la
aparición de la lluvia.
De: La sabiduría de las uvas
Daniel Noya
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