Nace el día,
nace un universo,
una lengua para nombrar el agua y la tierra.
Nace la niebla.
No te abandones en el vacío.
Toda creación necesita un cuerpo,
una ventana abierta al aire más puro.
Hágase
en mí el instante,
el amanecer,
la edad más roja de mi corazón
antes
que un poeta me guíe
hasta el silencio.
De: Cien fuegos
Daniel Noya
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