“La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.”

(ALDO PELLEGRINI)

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Material: Benjamín Prado

 


MATERIAL

 

No es el azar

que salta de una mano

hasta los dados.

 

Es como el miedo:

cuando es de noche y puedes

ver los sonidos.

 

Son las palabras

que tengan dentro al hombre

que las escucha.

 

La poesía

es fingir que es verdad

lo que es verdad.

 

De: Todos nosotros

 

Benjamín Prado


martes, 29 de septiembre de 2020

Morir al sol: Rafael Alberti

 













27

 

Morir al sol, morir,

viéndolo arriba,

cortado resplandor

en los cristales rotos

de una ventana sola,

temeroso su marco

de encuadrar una frente

abatida, unos ojos

espantados, un grito…

 

Morir, morir, morir,

bello morir, cayendo

el cuerpo en tierra, como

un durazno ya dulce,

maduro, necesario…

 

De: Poemas del destierro y de la espera

 

Rafael Alberti


lunes, 28 de septiembre de 2020

A solas con todo el mundo: Charles Bukowski


 




















A SOLAS CON TODO EL MUNDO


la carne cubre el hueso

y dentro le ponen

un cerebro y 

a veces un alma,

y las mujeres arrojan

jarrones  contra las paredes

y los hombres beben 

demasiado 

y nadie encuentra al 

otro

pero siguen

buscando

de cama

en cama

la carne  cubre

el hueso  y la

carne busca

algo más que 

carne


no hay ninguna

posibilidad:

estamos todos atrapados 

por un destino 

singular

nadie encuentra jamás 

al otro


los tugurios se llenan 

los vertederos se llenan 

los manicomios se llenan 

las tumbas se llenan 


nada más se 

llena.


De: 20 poemas


Charles Bukowski

domingo, 27 de septiembre de 2020

Dos poemas: Isabel Escudero

 















En el Amor siempre hay una queja:
PAREJA.

 

 

A nada sabe el agua,

y ¡cómo la saborea

la lengua sabia!

 

Isabel Escudero

 


sábado, 26 de septiembre de 2020

Deseo: Jorge Boccanera

 










DESEO

 

Sea mi cabizbajo tu esperanza,

mi enrarecido tu obsesión,

tu inocencia mi trueque,

tus dientes mi amuleto,

mi alcoholizado tu noviazgo.

Y un día,

cualquier día,

se te haga agua la boca para mi navegar.

 

De: Bestias en un hotel de paso

 

Jorge Boccanera

 


jueves, 24 de septiembre de 2020

Hambre para mañana: Juan Antonio Bermúdez

 


HAMBRE PARA MAÑANA

 

El pan de cada día, el pan tan nuestro,

se amasa, crece y cuece, compañera,

en este abrazo tibio que deroga

las despóticas leyes del dolor.

 

Saciémonos en horas de oficina,

en sábanas de lino y en el piso

recién desinfectado de las jaulas.

 

Saciémonos al raso, por los parques,

con la brisa holgazana que el domingo

comparte con los parias y los prósperos.

 

Saciémonos, que luego acecha el frío,

el fango en el que lucen las libélulas

como ángeles caídos, el abismo

del sueño sin almohada, el hambre cruda.

 

De: Compañero enemigo

 

Juan Antonio Bermúdez


miércoles, 23 de septiembre de 2020

Pensares y decires: Isabel Escudero

 











PENSARES Y DECIRES

 

¡Inspiración,

tiene el poeta…

mas es la expiración

            lo que cuenta!

 

 

 

¡Cuánta elocuencia…

mas no canta el pájaro

            para la audiencia!

 

 

Silencio:

almendra

del verso.

 

De: Cifra y aroma

 

Isabel Escudero


martes, 22 de septiembre de 2020

Ciego: Ángel González

 


Ciego

 

¿Ciego a qué?

No a la luz:

a la vida.

 

¿Sordo a qué?

No al sonido:

a la música.

 

Abre los ojos,

oye:

nada ve,

nada escucha.

 

Como si al mundo entero

una nevada súbita

lo hubiese recubierto

de silencio y blancura.

 

De: Otoños y otras luces

 

Ángel González


lunes, 21 de septiembre de 2020

A mi modo de ver: Camilo Venegas

 


A mi modo de ver

 

Ya he dicho más de una vez que,

a mi modo de ver,

el poema

no puede seguir siendo

la forma de la poesía.

 

Pero yo me hice viejo

leyendo

o

haciendo

viejos poemas.

 

Gracias a eso

pude subsistir

en esta espléndida mañana,

de la que sigues ausente

sin otras explicaciones.

 

De: Afuera (Poemas 2003-2007)

 

Camilo Venegas




domingo, 20 de septiembre de 2020

Pensamientos (VI): Giacomo Leopardi

 














VI

 

La muerte no es un mal, porque libera al hombre de todos los males y, al mismo tiempo que los bienes, le quita los deseos. La vejez es el sumo mal, porque priva al hombre de todos los placeres, dejándole el apetito hacia ellos, y porque lleva consigo todos los dolores. Sin embargo, los hombres temen la muerte y desean la vejez.

 

De: Pensamientos

 

Giacomo Leopardi


sábado, 19 de septiembre de 2020

Poema doce: Juan Carlos Mestre

 













POEMA DOCE

 

Qué les importan a los turistas Oliverio Girondo, andan

alrededor de la Tierra como si la poesía no fuese con ellos,

se miran en los espejos de versalles, se presienten

ante la tumba de napoleón, se desean a treinta y seis mil pies

por encima del oráculo de delfos, su probabilidad es la misma

frente al david de miguel ángel que ante las cataratas del Iguazú,

aleatoriamente se acarician en machu picchu se besan

junto a la fontana di trevi, visitan cementerios, se fotografían

con cualquier bicho viviente, por lo general mandamases,

se atornillan a la torre eiffel, van al zoológico, echan maní

a la Gran tristeza

 

DE: La bicicleta del panadero

 

Juan Carlos Mestre


viernes, 18 de septiembre de 2020

Estar: Alejandra Pizarnik

 











ESTAR

 

Vigilas desde este cuarto

donde la sombra temible es la tuya.

 

No hay silencio aquí

sino frases que evitas oír.

 

Signos en los muros

narran la bella lejanía.

 

(Haz que no muera

sin volver a verte)

 

De: Extracción de la piedra de la locura

 

Alejandra Pizarnik


jueves, 17 de septiembre de 2020

La paña: Eloy Terrón

 












La paña

 

Otra labor importante en el cuidado de los castaños era mantener el suelo limpio de arbustos y maleza para facilitar la recogida de las castañas. Cuando el suelo lo permitía los castaños se araban, y todavía se aran en las comarcas en que se sigue considerando a las castañas como una cosecha lucrativa. Donde no se podía arar, quitaban la maleza con el azadón y la batedera (la azada de pala) y cuando el suelo era pendiente formaban un pequeño borde con piedras, tierra y la maleza para retener y facilitar la recogida de las castañas. Esta operación, que se hacía con todos los castaños, tenía lugar poco antes de la recogida y la llamaban “hacer los pañaderos”

La “paña” de las castañas se efectuaba entre finales de octubre y primeros de noviembre. Cuando empezaban a “pingar”, es decir, a abrirse los erizos (curizos) y a caer las castañas, se acotaban todos los parajes poblados de castaños, prohibiendo la entrada de los rebaños y de la gente. Cuando ya había caído una buena parte de las castañas se “soltaban” o desacotaban y empezaba la recogida. Antes se preparaba el sitio para hacer la “ouricera” (ericera)

 

De: Los trabajos y los hombres

La desaparición de la cultura popular en Fabero del Bierzo

 

Eloy Terrón


miércoles, 16 de septiembre de 2020

Soneto de abril: Lêdo Ivo

 











SONETO DE ABRIL

 

Ahora que es abril, y el mar se ausenta

secándose en sí mismo como un llanto,

veo mi amor que te dedico: aumenta

siguiendo el rastro de mi propio espanto.

 

En mí, tu dulce espíritu presenta

todas las sugerencias del encanto,

que a mi fuente vendrás y no sedienta

pues mi fuente no es de agua, que es de canto.

 

Ahora que es abril, y van muriendo

las hermosas canciones de otros meses,

así te quiero, igual que te me escondas:

 

amarte de una vez todas las veces

en que soy carne y gesto, falleciendo

como una voz llamada por las ondas.

 

De: Acontecimiento do soneto

 

Lêdo Ivo


martes, 15 de septiembre de 2020

XIV: Anne Carson

 















XIV. DESLIZAS LA MANO POR ELLO PARA CALCULAR SUS DIMENSIONES CREES PRIMERO QUE ES PIEDRA LUEGO TINTA O AGUAS RESIDUALES DONDE LA MANO SE HUNDE LUEGO UN CUENCO DE CUALQUIER PARTE DEL QUE NO SACAS NINGUNA MANO

 

Hoy he ganado. Pero quién sabe si ganaré mañana.

Eso es lo que se diría a sí mismo bajando las escaleras.

Entonces ganó.

 

Buena cosa pues en el humo de la sala se había sorprendido a sí mismo apostándose

la granja de su abuelo (que no era suya)

y cuarenta mil dólares en metálico (que sí lo eran).

 

Ah contárselo a ella enseguida se fue corriendo por la acera

hasta la cabina más cercana, a 5 a. m., la lluvia le corría por el cuello.

Hola.

 

La voz de ella parecía asaltada. Dónde estuviste anoche.

El miedo le cortaba el aliento.

Oh no

 

puede oír cómo ella coge otra flecha del pequeño carcaj

y la furia asciende sin ambages en su voz como árboles manteniendo

alto su corazón.

 

Solo me siento limpio dice él de pronto cuando me despierto contigo.

La seducción de la fuerza viene de abajo.

Con un dedo

 

el rey del infierno escribe las iniciales de ella sobre el vidrio como cosas escaldadas.

 

Así en la penuria la leyenda

de un marido brilla, canta.

 

De: La belleza del marido

Un ensayo narrativo en 29 tangos

 

Anne Carson