UN ARTE
El arte de perder no es difícil de
dominar;
tantas cosas parecen henchidas con el
intento
de perderse que su pérdida no es ningún
desastre.
Pierde algo cada día. Acepta la
confusión
por las llaves perdidas, la hora en
blanco.
El arte de perder no es difícil de
dominar.
Luego practica perder más, perder más
rápido:
lugares y nombres, las partes a las que
querías
viajar. Nada de esto traerá un
desastre.
Perdí el reloj de mi madre. Y mira, mi
última o
penúltima de mis tres casas se ha ido.
El arte de perder no es difícil de
dominar.
Perdí dos bellas ciudades. Y algunos
vastos territorios que eran míos, dos
ríos, un continente.
Los añoro, pero no fue un desastre.
Incluso perderte a ti (la voz burlona,
un gesto
que adoro) no habré mentido. Es
evidente:
el arte de perder no es muy difícil de
dominar
aunque pueda parecer así (escríbelo) un
desastre.
Elizabeth Bishop
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