Huéspedes
en la casa sosegada
escancian los venenos
su medida es la justa
como quien paga con moneda
que todos más estiman
luego nos hacen un regalo
de beatitud al entornar los ventanales
y nos dan un adiós
casi inmune
(con una sombra de sospecha)
Mudanza
Esperanza Ortega
AVE DEL PARAÍSO
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