“Que
la muerte/ se parezca a esta muerte caliente de tus brazos”
Dulce María
de Loynaz
A modo de borrador
te envío este aluvión de versos
desde un París con música de
Domingo.
Subiendo hacia el Sacre Coeur
te he pedido perdón
por mis excesos humanos
y, en homenaje, he escrito la
palabra
arabesco
sentado en las escalinatas
escuchando a los músicos
ambulantes.
Tenía la cicatriz
de tu ausencia tatuada en la piel
y un aura de silencio
me cobijaba de la oscuridad del
invierno.
A modo de borrador
he cerrado los ojos y he atado mi
soledad
a la nostalgia caliente y sin
horizonte
de tus labios.
De: La doble rendija
(en preparación)
Daniel Noya
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