“Odio”
Para
ser Dios a la palabra Odio le falta una letra y le sobra
otra.
No obstante, ejerce la potestad absoluta sobre nosotros. Hay declaraciones contra todo excepto contra el odio. En los edificios, vemos letreros: No entre, no pase, no se detenga, no pregunte, no hable. Jamás he visto ninguna que ordene: No odie.
No obstante, ejerce la potestad absoluta sobre nosotros. Hay declaraciones contra todo excepto contra el odio. En los edificios, vemos letreros: No entre, no pase, no se detenga, no pregunte, no hable. Jamás he visto ninguna que ordene: No odie.
El odio como el aire lo llena todo. Su expansión satura de rabia
al mundo. Inventamos artefactos que le dan rienda suelta y lo multiplican en
infinitas series de venganzas.
O-d-i-o. La d
son las fauces que devoran el planeta. La i,
la espada y la flecha que los aniquilan. La primera o es un cero a la izquierda: la inutilidad de querer
derrotarlo. La segunda o es
otro cero y esta vez simboliza la mutua aniquilación a la que el odio nos
condena.
José Emilio Pacheco
De:
“La edad de las tinieblas. Cincuenta
poemas en prosa”
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