Como
si se agotasen las encías o te zarandease
una borrasca
como si naciese
un desgarro de dentro del corazón
y la poesía fuese
una musa extranjera
y no hubiese
música en la medianoche
como si los ojos
no atendiesen la mirada de los vendavales
y estuviese
herido
de tu ausencia
buscando en las
fotografías
el rastro
de la luz
o de las sombras de entonces
como si mis manos
sólo arañasen las entradas
de todas las
fantasías y en todas las cavidades
apareciese de
repente tu rostro
como si grabase
tu nombre en el asfalto
y fuese un
antídoto contra la monotonía
con la que piso
la calle
como si tu
ausencia me hubiese hecho encerrarme en mi cuerpo
y no pudiera
respirar
asfixiándome
asfixiándome
en la noche…
Daniel Noya
De “Algo sucede en su
mirada”
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