ANTICUERPOS
(A
Emma)
Cuando vuelva a ser mañana
y
regresen los fluidos,
las
cadencias, los gozos.
Cuando
nazca de nuevo la madrugada
y
volvamos a tener alas en los ojos
y
se enreden en nuestro pelo las caricias,
los
instantes.
Cuando
volvamos a tener una lengua roja
para
las palabras del amor
y
en las calles los cuerpos brillen
y
los adioses
no
sean cicatrices.
Cuando
llueva en el presente
y
no duela tanto aire
encerrado,
tanto
silencio, tanto vaho de tristeza.
Cuando
la vida sea de nuevo el aroma desnudo
de
nuestra carne
y
descalzos,
como
náufragos,
respiremos
la brisa de las estaciones,
nos
encontraremos al fin en los viajes la belleza perdida
en
las raíces deshojadas de la nieve.
De: Cien fuegos
Daniel Noya
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