FAMILIA
“Me
pones mala”, así, con rencor, violencia, disgusto, y otra vez, “Me
oyes?, mala,
con
rencor, violencia, disgusto, con rabia y amargura, con furia y
arrogancia,
una
niña negra de diez años más o menos, una tarde, en un supermercado,
a su hermana
dos
o tres años menor, que estaba gastando mucho tiempo en escoger su
golosina del estante.
¿Y
luego qué? Luego, nada. Luego, la pobre historia del mundo. La
historia
del corazón.
Y la
teoría de que sólo somos cuentos, traídos y llevados, sólo somos
partes de la oración.
Eso
nos limita y nos define:
nuestra naturaleza antigua, el amor y la
muerte, el miedo y el pecado
original.
Y la
fatiga, la fatiga de ir y venir, la fatiga de saber siempre lo
que vendrá luego.
De: Carne y sangre
C. K.
Williams
Traducción de Ildefonso Rodríguez
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