EXPLICACIONES NO PEDIDAS
Porque por ti
mis
pobres posesiones:
el cuento que me cuento
y el poema
que eternamente rumia la ceniza.
Por ti el acto de amor intransitivo
que contigo y sin ti ahonda la noche.
Por ti la nada hueca,
y mi mentira
más verdadera que la misma vida.
Por ti la gravidez,
el fondo,
el tuétano,
caer dentro de mí como plomada.
La yema de mi dedo detenida
sobre el aura quemante de la llama,
y con su tizne
sobre el espejo que no te refleja
las
palabras.
De: Explicaciones no
pedidas
Piedad Bonnett
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