LA LUZ DE TU POBREZA
Ahora
que rodeada de objetos innumerables
examinas la luz de tu pobreza,
y como un asesino piensas que sólo
cuentas con tus manos,
nada puedes perder:
todo aquello que hagas
goza de inmunidad porque tu juez ha
muerto.
Ahora que no te debes
sólo a tu corazón y sus hogueras,
arde en tu levedad, por fin purificada.
El desamor del que amas te hace libre.
De: Explicaciones no
pedidas
Piedad Bonnett
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