A pesar de la brevedad de la vida
hay un ardor,
una herida mal curada,
un débil resplandor, un pálpito,
un síntoma.
Aún late un acorde feliz en el corazón
de una mariposa muerta.
Aún se dibuja a lo lejos un péndulo de plenitud
en unas estrellas fugaces.
Todavía hay
un rastro de luz en la lástima.
Todavía hay
una ráfaga de color en unas flores apagadas.
A pesar de la brevedad de la vida
aún hay una caligrafía azul para el amor
en el cielo,
un silencio en los álamos
al anochecer.
A pesar de la brevedad de la vida
todavía se oye el sollozo
de un relámpago
que ilumina la belleza de la tierra.
De: Sin señal
Daniel Noya
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