Caer, precediendo a los que dudan, ése es el oficio de la
flor
Jisei no ku (poema
de despedida) de MISHIMA
Caer
es el oficio de la flor,
dijo
el poeta en su última línea.
Y
sin embargo buscamos todo aquello
que
no caiga, todo lo que pueda
sostenerse
por felicidad o por capricho.
Lo
fijamos a fuego y a tinta,
lo
escribimos o lo tatuamos en la piel.
Algunos
escriben para que lo vean todos
-curioso
oficio éste- y otros se tatúan
donde
sólo ellos puedan verlo.
Caerá
de cualquier manera cuando el libro
llegue
a la planta de reciclaje y el cuerpo
baje
a tierra.
Todo eso puede
ser,
me
dices, pero tu libro tal vez termine
siendo
un estuche de cosméticos
en
un hotel secreto como éste
y
mi piel crezca de nuevo en una planta
olorosa
de interiores como ésa.
El
oficio de la flor es caer, pero no tocar fondo.
De:
Lo demás te lo enseñará el relámpago
Luis Arturo Guichard
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